El presidente Javier Milei presentó su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción (OA) y reportó un patrimonio de $206 millones, lo que representa un incremento de más de $80 millones respecto al período anterior. Su hermana, Karina Milei, también mostró un crecimiento patrimonial: pasó de $3,5 millones a $11,4 millones en un año.
La evolución de los bienes de ambos funcionarios se da en un contexto judicial sensible. El fiscal federal Eduardo Taiano activó una causa penal para investigar el origen del crecimiento patrimonial, en el marco del expediente reservado conocido como caso $LIBRA, vinculado a presuntas maniobras con criptomonedas.
Entre los activos declarados por Milei figuran US$20.000 en efectivo, US$65.542 depositados en el país, una propiedad de 100 m² en CABA valuada en $38,4 millones, y dos vehículos por un total de $36,4 millones. No se informaron deudas ni cuentas en el exterior.
Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, declaró un departamento de 150 m² en CABA, una caja de ahorro con $4,26 millones, y un crédito impositivo de $2,4 millones. Al igual que su hermano, no posee dólares ni cuentas fuera del país.
La Justicia investiga si hubo crecimiento indebido de bienes, y solicitó medidas de índole financiera para analizar la evolución patrimonial desde 2023. Parte de la información es confidencial, pero las declaraciones presentadas quedaron expuestas ante la OA y serán clave en la pesquisa.
El incremento patrimonial se explica principalmente por la revaluación de activos, sin incorporación de nuevos inmuebles. Sin embargo, el salto en los montos declarados genera interrogantes sobre el origen de los fondos y posibles vínculos con operaciones no registradas.
En tiempos de ajuste fiscal y transparencia institucional, el caso Milei suma tensión política y judicial. La evolución de su patrimonio será objeto de análisis en los próximos meses, mientras el Gobierno enfrenta crecientes cuestionamientos sobre ética pública.
Redacción Diario Inclusión