La decisión fue el resultado de un acuerdo entre el kicillofismo, el kirchnerismo y el massismo, que logró evitar una fractura interna que amenazaba con listas cortas y rupturas locales. Katopodis, ministro de Infraestructura, y Magario, actual vicegobernadora, representan dos figuras de peso que buscarán traccionar votos en los distritos más poblados del conurbano.
El cierre se produjo en la madrugada del domingo, luego de que la Junta Electoral extendiera el plazo para la presentación de candidaturas. La prórroga fue clave para destrabar las tensiones entre los distintos sectores del peronismo, que venían disputando espacios en las listas seccionales y municipales.
La jugada de Kicillof —quedarse con las dos secciones más importantes— fue impulsada por Sergio Massa y aceptada por Máximo Kirchner, quien buscó compensaciones en otras regiones. El acuerdo implica que el gobernador se compromete de lleno con la campaña, mientras que el kirchnerismo retiene posiciones en el interior bonaerense.
La candidatura de Magario será testimonial, mientras que Katopodis aún no definió si asumirá su banca. En paralelo, se definieron los nombres para el resto de las secciones, con figuras como Diego Nanni, Fernanda Raverta y Alejandro Di Chiara encabezando en el interior, en representación de La Cámpora y otros sectores aliados.
El cierre de listas dejó heridas internas, especialmente entre intendentes que buscaban mayor autonomía. Sin embargo, la foto final muestra una coalición que, pese a las diferencias, logró evitar el quiebre y proyectar una imagen de cohesión frente a la avanzada libertaria.
Con Katopodis y Magario al frente, el peronismo bonaerense apuesta a consolidar su base electoral en el conurbano y enfrentar el desafío de una campaña polarizada. La unidad alcanzada, aunque frágil, será puesta a prueba en las urnas.
Redacción Diario Inclusión.