La Confederación General del Trabajo (CGT) lanzó una dura advertencia al Gobierno de Javier Milei: si no se reabren las negociaciones por la reforma laboral, las protestas podrían intensificarse. Jorge Sola, uno de los secretarios generales de la central, aseguró que un paro nacional es una de las medidas que se evalúan tras la movilización masiva realizada en la Ciudad de Buenos Aires y otras capitales del país.
El dirigente sindical destacó que la protesta fue “multitudinaria y pacífica”, y que buscó hacer llegar la voz del movimiento obrero a senadores y diputados, quienes tienen la responsabilidad de tratar el proyecto. “El movimiento obrero se opone a esta reforma porque avanza sobre los derechos de los trabajadores”, remarcó Sola en declaraciones radiales.
La CGT inició un plan de acción gremial que comenzó con la movilización y podría continuar con nuevas medidas si el Ejecutivo no abre el diálogo. “Si el Gobierno sigue sin escuchar, terminaremos profundizando la acción gremial. Un paro puede ser una de las cuestiones, aunque tenemos muchas otras ideas para expresar la protesta”, advirtió el dirigente.
Respecto a la decisión del Senado de posponer el debate, Sola consideró que se trató de “un pequeño logro” fruto del trabajo de la central obrera en conversaciones con legisladores y gobernadores. “No se puede tratar entre gallos y medianoche una ley que abarca muchísimas actividades del mundo del trabajo”, señaló, valorando la oportunidad de haber participado en la comisión.
El sindicalista cuestionó además la elaboración del proyecto oficial, al que calificó como “mal parido” por no incluir a los trabajadores ni a las pymes en la discusión. “Hay actores que son los empleadores, los de la inversión productiva y los trabajadores que no han participado”, disparó, en contraste con la satisfacción expresada por la UIA.
Sola también resaltó que varios senadores firmaron en disidencia dentro de la Comisión de Trabajo, lo que complica la posibilidad de aprobar la reforma tal como fue enviada por el Ejecutivo. “Cuando llegue al pleno del Senado, la ley será totalmente diferente a la que pretendía el Gobierno”, anticipó.
Finalmente, el dirigente aclaró que la CGT no se opone a la modernización laboral si está acompañada de inversión genuina y creación de empleo. “No es necesario destruir puestos de trabajo ni quitar financiamiento a sectores como la salud y los jubilados. Hablen con todos los actores y quizás salga la mejor ley posible”, concluyó.
✍️Redacción Diario Inclusión










