En una reunión clave del Consejo Nacional del PRO, Mauricio Macri dejó en claro que su partido respaldará las reformas estructurales que impulsa Javier Milei —como la laboral, tributaria y penal—, pero lo hará con condiciones y sin integrarse al oficialismo. “No habrá fusión con La Libertad Avanza”, fue el mensaje que resonó con fuerza desde la sede partidaria en Balcarce.
La decisión de mantener bloques propios en Diputados y el Senado fue ratificada por figuras como María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo. Esto implica que el PRO no formará un interbloque con el oficialismo, lo que podría dificultar al Gobierno la obtención de mayorías legislativas, especialmente en votaciones artículo por artículo.
Aunque el PRO acompañará las reformas, no lo hará “a libro cerrado”. Ya anticiparon que condicionarán su apoyo al Presupuesto 2026 a que se incluya el pago de la deuda por coparticipación que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires. Jorge Macri incluso se reunió con Luis Caputo por este tema, sin lograr un acuerdo.
La fuga de legisladores hacia LLA, impulsada por Patricia Bullrich, fue otro de los temas que motivó la cumbre. Macri busca frenar esa sangría y reposicionar al PRO como una fuerza autónoma. “Vamos a apoyar lo que esté bien, pero también vamos a decir lo que no”, afirmó Vidal, marcando una línea clara de independencia.
El partido también proyecta su futuro: Macri y su entorno ratificaron que el PRO tendrá un candidato presidencial propio en 2027. Soledad Martínez, vicepresidenta del partido, fue tajante: “Tenemos el desafío de volver a ser una alternativa”. La estrategia es clara: acompañar sin diluirse, y construir una identidad diferenciada.
Este posicionamiento convierte al PRO en un aliado incómodo para Milei. Aunque el oficialismo logró captar a varios dirigentes amarillos, como Bullrich y Santilli, el núcleo duro del macrismo se propone resistir y llegar competitivo a la próxima elección presidencial.
✍️Redacción Diario Inclusión










