Tras una extensa sesión extraordinaria que se extendió por más de ocho horas, el Senado de la Nación convirtió en ley la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal 2026, con 46 votos afirmativos, 25 negativos y una abstención. Esta iniciativa —el primer presupuesto aprobado por el gobierno de Javier Milei desde que asumió la presidencia en 2023— representa tanto un triunfo político para el oficialismo como una profunda controversia por sus recortes y prioridades.
La propuesta se discutió en un contexto de fuertes tensiones: sectores de la oposición denunciaron que la votación se realizó “a libro cerrado” y con acuerdos que dejaron de lado demandas clave del sistema educativo, científico y social. El debate estuvo marcado por la polémica alrededor del Capítulo 2 y su Artículo 30, que elimina las metas de inversión mínima en educación, ciencia y tecnología, y fue aprobado por amplia mayoría junto al resto del proyecto.
Oposición y aliados cruzados
El oficialismo logró movilizar a un heterogéneo bloque de apoyo: además de su bancada propia de La Libertad Avanza y aliados del PRO y la Unión Cívica Radical (UCR), votaron a favor algunos peronistas referenciados en Convicción Federal y senadores provinciales independientes, rompiendo la tradicional alineación de bloques. Por su parte, la mayoría del bloque Justicialista liderado por José Mayans, junto con sectores duros de la oposición, rechazó el proyecto por completo.
Los votos desde Salta
En el detalle por provincias, los representantes de Salta tuvieron posiciones que reflejaron la complejidad política del momento:
🟢 Flavia Royón (Primero los Salteños): votó a favor del Presupuesto 2026, argumentando que la ley daba previsibilidad institucional, aunque advirtió que su acompañamiento no implicaba un “cheque en blanco” ante posibles efectos negativos en áreas sensibles como educación y ciencia.
🟢 María Emilia Orozco (La Libertad Avanza): votó a favor alineada con el bloque oficialista, respaldando la iniciativa del Ejecutivo.
Estos votos salteños ilustran cómo parte de la oposición tradicional se descolgó para respaldar al oficialismo, en lo que analistas interpretan como un gesto de “responsabilidad institucional” pero también un debilitamiento de una postura crítica más firme ante recortes.
Puntos de choque
La aprobación del Presupuesto 2026 fue recibida con fuertes críticas por diversos sectores sociales y representantes opositores. El Capítulo 2, que contiene artículos como el 30, fue señalado como una profundización del ajuste fiscal a costa de áreas estratégicas como la educación pública, la investigación científica y la defensa nacional. El oficialismo defendió la iniciativa argumentando que se trata de una apuesta al equilibrio fiscal y a la estabilidad macroeconómica, pero muchos senadores de la oposición coincidieron en que estas proyecciones no contemplan la realidad social ni las necesidades de inversión a largo plazo.
Además de las tensiones internas entre bloques, la sesión evidenció la transformación del mapa político en el Senado tras las elecciones de 2025, con alianzas líquidas y apoyos sorpresivos que terminaron sosteniendo una ley clave para el Ejecutivo, pero al precio de profundas críticas y cuestionamientos públicos.
Conclusión
La sanción del Presupuesto 2026 marca un hito legislativo para la administración de Javier Milei, que logra así garantizar herramientas fundamentales de planificación económica después de dos años sin un presupuesto propio. No obstante, la forma en que se logró esta aprobación —con apoyos cruzados, recortes sensibles y polémicas sobre prioridades sociales— expone una profunda fractura política y social que promete nuevas confrontaciones en torno a las políticas públicas del próximo año.
Redacción: Diario Inclusión.










