En el inicio de su discurso, el Presidente señaló a los miembros del Gabinete presentes (Patricia Bullrich, Luis Caputo, Luis Petri y Karina Milei, además de Amalia «Yuyito» González en primera fila), opinó que «estamos haciendo el mejor gobierno de la historia». Además, valorizó a la CPAC por su rol en «la batalla cultural», que consideró ganada por la izquierda «básicamente porque nosotros no dimos la batalla».
«En el mundo se están respirando nuevos vientos de libertad y estamos ante una oportunidad histórica para empezar a cambiar el mundo», interpretó. «Tenemos que cuidar las ideas, porque si no damos la batalla cultural, no importa qué tan buenos somos gestionando o políticamente, no vamos a llegar a ningún lado», continuó y agregó: «Tenemos que alimentar nuestra visión».
Javier Milei sobre su construcción de poder: «Retroceder nunca»
Luego de valorizar la consolidación del poder de la gestión libertaria a un año de haber iniciado, afirmó que «mis fórmulas son un poco diferentes, productos de la intuición y de aprendizaje«. Entre sus puntos a destacar de la administración, uno de sus momentos más celebrados fue cuando dijo «nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas«. «Hacer esta construcción no es libre de costos, que se pagan en términos de imagen», subrayó.
«Más allá de cuestiones estéticas, a la larga el extremo centro se manifiesta como lo que es: funcional a la izquierda criminal«, analizó. Para finalizar, consideró que «defendemos una causa larga y enorme», citó al referente soviético comunista Vladimir Lenin («sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario») y criticó la agenda «woke«: «La enfermedad del alma ‘woke’ está encontrando cada vez más resistencia. […] Cada triunfo del ‘wokismo’ ha sido consecuencia de la imposición y ha alimentado el resentimiento de una sociedad que ha dicho ‘basta'».