Luego del que consideran un éxito en Rosario con los resultados obtenidos en el denominado Plan Bandera que permitió controlar las acciones violentas relacionadas con el narcotráfico, el Gobierno implementará una acción de similares características en la ciudad de Orán, en Salta.
Según fuentes oficiales, a esa localidad de 86 mil habitantes ubicada muy cerca de la frontera con Bolivia se desplazarán en los próximos días integrantes de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y miembros de inteligencia criminal. Todavía no se sabe qué número de efectivos formarán parte de esa fuerza conjunta.
En el ministerio de Seguridad -y también en el de Defensa- identifican a la Frontera Norte como la de mayor peligrosidad por el tráfico de estupefacientes. Desde Bolivia ingresa cocaína que no solo se produce allí sino también en Perú. En cambio, desde Paraguay y Brasil, en las provincias limítrofes de Formosa, Corrientes y Misiones, principalmente los cargamentos detectados y decomisados son los vinculados con la marihuana.
Las intenciones gubernamentales se reforzaron luego de que un radar que se instaló recientemente en la localidad de Tostado, en Santa Fe, el miércoles de esta semana interceptara una avioneta sospechosa que había partido de Bolivia, presuntamente desde la zona de la Amazonía. En el procedimiento se incautaron 480 kilos de cocaína. La aeronave, con matrícula boliviana, descendió en un campo en los alrededores de Rosario y horas después, gracias a la denuncia de un vecino que advirtió una situación sospechosa a orillas del Río Carcaraña, se detuvo al piloto. Resultó ser un militar boliviano de 54 años que fue identificado como Oscar Caba. Le encontraron varias credenciales entre sus pertenencias.
“Es el operativo más importante y más exitoso que registra la Argentina, en una operación compleja de la que participó la Fuerza Aérea, el Comando Conjunto Aeroespacial y la Gendarmería Nacional. Esto no tiene antecedentes en el país”, aseveró el ministro de Defensa, Luis Petri, en conferencia de prensa junto a su par en Seguridad, Patricia Bullrich, y el vocero presidencia, Manuel Adorni en la Casa Rosada.
Uno de los próximos movimientos que hará el gobierno argentino será el de profundizar la investigación con el pedido de explicaciones a las autoridades bolivianas sobre las características del vuelo que se detectó, los permisos otorgados, las personas involucradas y los vínculos que podría tener con bandas narco en territorio santafesino.
“Van a ir efectivos de Prefectura a Orán porque nos preocupa especialmente la zona del Río Bermejo y será por primera vez en la historia que esto pasará”, dijeron desde el entorno de la ministra de Bullrich.
Una ciudad en la que también se pondrá especial atención es Aguas Blancas, cuyo intendente Carlos Alfredo “Conejo” Martínez, resultó acusado del entorpecimiento de la investigación del crimen de su propio hermano, César. “Conejo” Martínez recibió el 10 de octubre el beneficio de la prisión domiciliaria luego de permanecer detenido casi dos semanas. Sospechan de un asesinato a través de un sicario.
Esa localidad fronteriza preocupa a Bullrich y a sus equipos de trabajo. “Junto con el gobernador fuimos a una de las fronteras más importantes que tiene la Argentina en la lucha contra el narcotráfico, que es la frontera de Aguas Blancas, una frontera en la que en los últimos seis meses hemos decomisado más de 400 kilos de cocaína, comparando contra el año completo del 2023 y 2022 donde se habían decomisado alrededor de 150 kilos, quiere decir que vamos a tener casi, seguramente si se sigue este ritmo, un 400% de aumento de los decomisos. Esto tiene que ver con una decisión muy fuerte del Ministerio de Seguridad de retomar un ritmo de lucha contra el crimen organizado y contra el narcotráfico”, dijo la ministra en junio cuando la visitó junto al gobernador salteño, Gustavo Sáenz.
Personal de Gendarmería, además, llegó a principios de octubre al departamento de San Martín en Salta ante los reclamos de comunidades indígenas que denunciaron usurpaciones, desmontes y actividades de contrabando en la zona del río Grande de Tarija. Buscan establecer cuáles son los límites fronterizos que permitan evitar nuevos conflictos.