Javier Milei ratificó su admiración por Margaret Thatcher en una entrevista con la BBC

El Jefe de Estado se refirió además a la economía y la agenda internacional en un extenso reportaje. "Hubo una guerra y a nosotros nos tocó perder", sostuvo acerca de la Guerra de Malvinas.

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El presidente Javier Milei brindó un reportaje a la BBC, en el cual se refirió a la Guerra de Malvinas. En ese marco, ratificó su admiración por Margaret Thatcher. «Hubo una guerra y a nosotros nos tocó perder», sostuvo acerca del conflicto bélico.

En otro orden de temas, el Jefe de Estado se refirió a la economía y la agenda internacional.

A continuación parte de la entrevista:

Agenda internacional

P.: Me gustaría pasar ahora a la política exterior. Usted ha prometido a los argentinos una hoja de ruta para que las islas Malvinas/Falklands sean argentinas. ¿Cómo es específicamente esa hoja de ruta?

J. M.: Nosotros creemos que eso siempre tiene que ser hecho en el marco de la paz y como consecuencia de un proceso de negociación de largo plazo, donde se plantee una discusión adulta entre dos países que tienen mucho en común y tienen un elemento de discordia.

Obviamente que no es una solución instantánea, sino es una solución que va a demandar tiempo.

Entonces nosotros no vamos a resignar nuestra soberanía y tampoco vamos a tener una situación de conflicto con el Reino Unido.

Nosotros lo que buscamos es una solución en la cual entablar un diálogo para que en algún momento las Islas Malvinas vuelvan a la Argentina.

P.: ¿Qué le hace pensar que Reino Unido estaría de acuerdo con eso? Porque han sido muy claros en que no quieren negociar esto.

J. M.: Bueno, puede ser que hoy no lo quieran negociar y después, más tarde en el tiempo, sí lo quieran hacer. Muchas de estas posiciones a lo largo del tiempo han cambiado.

P.: ¿Cómo los convencerá? ¿Qué usará para convencerlos?

J. M.: Voy a tratar de convencerlos que ese territorio es argentino y que acorde a las especificaciones que se suele utilizar para definirlo de esa manera, Argentina tiene el derecho y la soberanía sobre las islas.

P.: Pero cuando han dicho muy claramente que no están dispuestos a negociar y utilizan el referéndum realizado en las islas como prueba de que no quieren volver a discutir este tema. ¿Cómo los convencerá? ¿Qué herramientas usaría?

J. M.: Bueno, no se discutirá ahora. Se discutirá más tarde.

¿Qué tipo de plazo les ofrecería a los argentinos para ello?

Yo creo que es una negociación de largo plazo y que se puede establecer de la misma manera que pasó con China y Hong Kong.

Podría tardar décadas

Sí, obvio. Hay que entenderlo como una cuestión de Estado de largo plazo.

Nosotros no vamos a resignar nuestra soberanía, pero si no es el momento para discutirlo hoy, bueno, se discutirá en otro momento.

Me parece una posición mucho más seria y además tenemos un montón de cuestiones en la agenda que podemos trabajar en común y estamos dispuestos a hacerlo. Creo que es la manera adulta para hacerlo y sin dolor.

P.: ¿Diría que no es una prioridad para usted en este momento?

J. M.: No estoy diciendo que no sea prioritario. Estoy diciendo que hay un conjunto enorme de elementos en común en el que nosotros podemos trabajar con el Reino Unido, sin que tenga que estar discutiendo y peleándonos por un tema que entendemos que su solución va a demandar tiempo, porque estamos yendo por la vía diplomática.

O sea, nosotros creemos en la solución pacífica.

P.: ¿Fue, en su opinión, una provocación que (el canciller británico) David Cameron visitara las islas en febrero?

J. M.: No, porque ese territorio hoy está en manos del Reino Unido. O sea, tiene todo el derecho de hacerlo. No lo tomo como una provocación. De hecho, tengo un diálogo de muy alta calidad con David Cameron.

P.: ¿Diría aún que admira a Margaret Thatcher, quien fue primera ministra durante la guerra de las Malvinas/Falklands?

J. M.: Pero ahí hay que diferenciar. Hubo una guerra y a nosotros nos tocó perder. Eso no quiere decir que uno no pueda considerar que quienes estaban en frente eran personas que hacen bien su trabajo.

Y no solo admiro a Margaret Thatcher, lo admiro también a Ronald Reagan en Estados Unidos. Y admiro profundamente a Winston Churchill. ¿Y cuál es el problema?

P.: Me gustaría pasar a un tema diferente de política exterior. Usted se ha posicionado como un aliado muy cercano a Israel. ¿Está de acuerdo con algunos de los otros aliados cercanos de Israel, como EE.UU., en que Israel debería mostrar cierta moderación en el conflicto en Gaza?

J. M.: Nosotros defendemos y apoyamos el derecho a la legítima defensa del pueblo de Israel. E Israel hace sus operaciones acorde a las reglas internacionales.

Entonces, si hay un conjunto de reglas internacionales para moverse dentro de estos eventos y lo están respetando, ¿por qué debería ser cuestionado?

P.: ¿Sigue pensando que Israel no ha cometido ni un solo exceso en el conflicto hasta el momento?

J. M.: Sí, obvio, porque todavía no ha habido una condena formal.

El momento que aparezca algún exceso habrá una condena internacional seria, no de opiniones.

P.: ¿Aún planea trasladar su embajada a Jerusalén?

J. M.: Nosotros pensamos mudar la embajada argentina en Israel a Jerusalén Occidental.

P.: ¿Teme que su postura corra el riesgo de convertir a Argentina, que tiene la comunidad judía más grande de la región, en un objetivo de grupos terroristas como lo fue en la década de 1990?

J. M.: Eso es falso, totalmente. Primero, porque Argentina ya recibió dos ataques terroristas, y se ha probado el vínculo con Irán. Con lo cual Argentina es parte de los blancos de ataque.

Segundo punto, hay otros países que han manifestado posiciones contrarias a Israel, posiciones neutras y también fueron atacados, así es que eso no es una condición bajo la cual a usted lo expone.

Y, por otra parte, dado nuestra forma de ver el mundo, tener una posición distinta sería de pusilánimes, sería de cobardes. Y aquellos que son cobardes son los que más probablemente puedan ser víctimas del terrorismo.

Porque, justamente, el terrorismo trata de sembrar terror y cuanto más cobarde sea su actitud, más víctima va a ser usted de los de los ataques del terrorismo.

Lo que es determinante es que usted tenga convicciones. Que usted decida estar del lado correcto de la vida, del lado correcto del mundo.

Nosotros estamos del lado de la libertad, del lado de EE.UU., del lado de Israel y del lado de Europa occidental.

P.: Finalmente Presidente, quiero hacer una pregunta sobre el futuro. Muchos presidentes han dicho que serán ellos quienes reviertan los problemas económicos de Argentina. ¿Qué le hace pensar que podrá tener éxito donde tantos otros no lo han logrado?

J. M.: En primer lugar, si no creyera que lo pudiera hacer, no estaría sentado en este lugar. Uno tiene que creer en que eso puede ocurrir.

Ahora, la diferencia frente a otros casos es que yo sé qué hay que hacer, cómo hay que hacerlo y tengo el coraje para hacerlo.

Pero sobre todo las cosas, tengo la materia prima que otros no han tenido: que estoy convencido. Yo tengo la convicción que de esto se sale abrazando las ideas de la libertad.

Y, dada la convicción que tengo, no me importa cuantas piedras se encuentren en el camino, cuantos obstáculos, cuántas trampas me hagan, cuantas zancadillas me tiendan, no me importa porque voy a seguir hacia mi norte, que es la libertad.

La gran diferencia es la convicción. La clave es no rendirse nunca. Nunca me rendí en mi vida. No me voy a rendir ahora.

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