La expresidenta Cristina Kirchner publicó este martes un extenso mensaje en su cuenta de X, en el que repudió las declaraciones del futuro embajador estadounidense en Argentina, Peter Lamelas. El diplomático, designado por Donald Trump, había afirmado que su misión sería “vigilar a los gobernadores”, “frenar acuerdos con China” y “asegurarse de que CFK reciba la justicia que merece”.
Desde su arresto domiciliario, Kirchner calificó los dichos como una “obsesión” y comparó a Lamelas con un “nuevo fiscal plenipotenciario enviado desde Mar-a-Lago”. “Lo único que le faltó fue decir que iba a designar tribunales él mismo. Ni Monroe se animó a tanto”, ironizó, en referencia a la histórica doctrina de intervención estadounidense.
La exmandataria también apuntó contra el presidente Milei, el FMI y el propio Trump, asegurando que “lo que les molesta es la democracia argentina: les molesta que el pueblo vote a quien quiera”. En ese sentido, denunció que “la campaña no la hacen los hermanos Milei: la hacen Washington y el Fondo Monetario”.
Kirchner recordó que Trump asumió la presidencia con 24 cargos criminales y cuestionó su falta de transparencia en el caso Epstein. “Primero deberían limpiar su casa, antes de opinar sobre la nuestra”, escribió, en un mensaje cargado de referencias geopolíticas y judiciales.
El embajador Lamelas, aún no ratificado por el Senado norteamericano, había expuesto su postura ante la Comisión de Relaciones Exteriores, donde elogió a Milei y acusó a Kirchner de encubrir el atentado a la AMIA. También advirtió sobre la influencia de China en las provincias argentinas y prometió recorrer el país para “erradicar la corrupción”.
La respuesta de Cristina reavivó el debate sobre la soberanía nacional y el rol de los diplomáticos extranjeros. “Nada nuevo bajo el sol. Hace exactamente 80 años era Braden o Perón. Ahora es… Lamelas o Argentina”, concluyó, en una frase que busca instalar un nuevo eje de confrontación política.
 
			









