En medio de una campaña electoral marcada por tensiones cambiarias y escándalos judiciales, Javier Milei salió al cruce de las acusaciones contra José Luis Espert y lo ratificó como candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. “Si yo creyera que alguno está sucio, lo hubiera echado”, afirmó el mandatario, en defensa de su aliado.
Las sospechas sobre Espert surgieron por una supuesta relación con Fred Machado, empresario investigado por narcotráfico. Sin embargo, Milei desestimó las denuncias y las calificó como “un refrito de una operación de 2019”, apuntando directamente contra el kirchnerismo y sectores de la oposición.
“Está claro que es una operación berreta. Están nerviosos”, lanzó el presidente, quien además acusó a sus adversarios de utilizar métodos de desprestigio similares al caso Olivera. “No voy a permitir que un conjunto de forajidos me marque la agenda”, agregó con tono desafiante.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se refirió al caso y pidió explicaciones a Espert. Aunque luego moderó su postura, sostuvo que “es muy importante aclarar la situación ya”, en referencia a los presuntos vínculos con dinero proveniente del narcotráfico.
Desde el entorno presidencial relativizaron la denuncia presentada por Juan Grabois y aseguraron que se trata de una maniobra política basada en recortes periodísticos y un encuentro entre Espert y Machado. “Los que tienen que dar explicaciones son ellos. Su jefa está presa con una tobillera”, disparó Milei.
El respaldo a Espert se enmarca en una estrategia de consolidación interna de La Libertad Avanza, que busca blindar a sus principales figuras ante el avance de causas judiciales y operaciones mediáticas. Milei insistió en que “hay que pasar este año electoral, que es un infierno”.
La defensa presidencial refuerza la narrativa libertaria de confrontación con el sistema político tradicional, mientras se agudiza la polarización en la recta final hacia las elecciones legislativas del 26 de octubre.
Redacción Diario Inclusión