Ayer por la mañana, en el barrio Chorote de Tartagal, una grave situación de violencia doméstica conmocionó a la comunidad. Una mujer denunció que su pareja la agredió físicamente hasta dejarla inconsciente. El episodio comenzó alrededor de las 11, cuando la víctima regresó a su hogar tras realizar su actividad laboral, que consiste en hacer gelatina, el único sustento de su familia.
Al preguntarle a su pareja si había alimentado a su hija de 18 meses y si había conseguido trabajo, el hombre reaccionó de manera violenta. Ante esta respuesta, la mujer expresó su intención de abandonar la vivienda que alquilan juntos, lo que desató la ira del agresor.
Según su testimonio, el hombre comenzó a golpearla, arrojándola al suelo, donde permaneció tendida mientras los golpes continuaban. Tras un momento, cuando logró levantarse, vio al agresor acostado y a su hija viendo televisión, por lo que intentó escapar con la pequeña en brazos. Sin embargo, el hombre le cerró la puerta y la volvió a arrojar sobre la cama, donde continuó golpeándola hasta dejarla inconsciente. «Me pegaba en la cabeza, en el oído, me decía que lo hacía para que quedara sorda», explicó.
La mujer fue asistida por la policía, que tomó sus datos, y fue revisada en un centro de salud, donde únicamente le otorgaron una receta médica. Actualmente, se encuentra vigente una orden de restricción que impide al hombre acercarse a ella o contactarla, aunque este la incumplió al enviarle un mensaje posterior preguntando cómo estaba.