La investigación comenzó tras la denuncia presentada por la madre de la niña, quien advirtió cambios en la conducta de su hija y halló mensajes y relatos que señalaron al conviviente como presunto agresor. El caso quedó a cargo de la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género.
Durante el juicio oral, la fiscal Vanesa Arias expuso las pruebas recabadas: pericias psicológicas, testimonios médicos y registros de conversaciones que confirmaron el abuso cometido en reiteradas ocasiones en el domicilio familiar. Las pruebas fueron determinantes para acreditar la materialidad y la autoría del delito.
El tribunal consideró agravantes como la relación de convivencia y la minoría de edad de la víctima, aplicando el artículo 119 del Código Penal. Además de la pena de seis años de prisión, el condenado será inhabilitado para ejercer cualquier cargo vinculado a menores y sobre él recaerá la prohibición de acercamiento a la víctima por diez años.
La fiscal Arias destacó la importancia de denunciar tempranamente y subrayó que el Estado garantiza asistencia psicológica y educativa para la niña victima, a fin de reparar el daño sufrido. El fallo quedó firme y el hombre ya fue trasladado al Complejo Penitenciario de Güemes para cumplir la condena.
📝 Redacción Diario Inclusión