La empleada del Juzgado de Paz de Apóstoles, Carla Dalmaroni, que mantuvo conversaciones telefónicas con el ex diputado misionero e imputado por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil Germán Kiczka, mientras se encontraba prófugo, fue suspendida, al tiempo que descubrieron que es la mujer del abogado de los hermanos.
La División Cibercrimen de la Policía de Misiones llevó a cabo un allanamiento en la casa de los suegros del ex legislador y durante el procedimiento se confiscaron cuatro celulares, dos netbooks, una CPU y un disco rígido, al tiempo que se descubrieron conversaciones con su pareja, lo cual sería la pista clave que motivó al operativo.
El escrito sostiene que una de las charlas ocurrió el pasado 22 de agosto a las 21:40 y duró unos 10 minutos y 33 segundos, cuando ya había una orden de detención contra el ex integrante del partido Activar luego de que la Legislatura misionera aprobara su desafuero.
Otras cuatro llamadas se registraron el 28 de agosto entre las 20:56 y las 21:40, con un tiempo similar.
Los datos de las llamadas entre los involucrados surgieron a partir de los peritajes llevados a cabo por personal de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic), que analizaron los celulares.
Además, trascendió que la mujer es la esposa del defensor de los hermanos Kiczka, Gonzalo De Paula.
Con las pruebas recolectadas, la presidenta del STJ, Rosanna Pia Venchiarutti, ordenó la suspensión de Dalmaroni durante 30 días.
Según Misiones Online, en los chat encontrados la mujer señaló: «Lo único que te voy a pedir es que la notebook que está en la casa, la marrón, hay que deshacerse. Puede haber material viejo, no sea cosa que un día caigan a casa o algo».
Luego, Dalmaroni agregó: «Rompela o la llevamos a lo de Clarita o no sé». A lo que el ex legislador respondió: «Ok china, pero yo tengo fueros, no pueden entrar a mi casa de ninguna forma, no hay juez que pueda. Pero si te deja más tranquila, la tiro. A mí no me pueden investigar».
En este sentido, la pareja de Kiczka volvió a hablar sobre la decisión de deshacerse de una computadora: «Qué sabés si Noelia no contó que hay una compu en el piso de casa. Pueden investigar y esa compu está muy a la vista, y el aparato ese que tiene las fotos también. Vamos a meter en una bolsa y llevamos a lo de mi mamá. Estoy ordenando un poco acá».