Una tragedia sacudió al barrio porteño de Flores este lunes, cuando un bebé de apenas un año perdió la vida tras caer por el hueco de un ascensor desde el octavo piso de un edificio ubicado en avenida Avellaneda al 2400. Según informaron fuentes policiales, el accidente se habría producido por una falla en la puerta del elevador, que permitió el paso del menor hacia el vacío.
El hecho ocurrió en un inmueble de diez pisos y planta baja. Bomberos de la Ciudad acudieron rápidamente tras recibir el aviso de que un menor había caído hasta el subsuelo. Una unidad de la organización Jevra Hatzalah fue la primera en asistir al niño, hasta la llegada del SAME, cuyos médicos intentaron reanimarlo y lo trasladaron al Hospital Teodoro Álvarez. Lamentablemente, el pequeño falleció por politraumatismos y un paro cardíaco.
Los padres del menor están recibiendo contención psicológica tras el trágico episodio. En el operativo también participaron efectivos de la Comisaría Vecinal 7 C, mientras se avanza en la investigación para determinar las responsabilidades y el estado técnico del ascensor involucrado.
El caso generó conmoción en la comunidad y reavivó el debate sobre los controles de seguridad en los sistemas de transporte vertical de edificios residenciales. Las autoridades porteñas aún no emitieron un comunicado oficial sobre el estado del ascensor ni sobre posibles sanciones al consorcio.
Redacción Diario Inclusión 📝








