La Cámara de Diputados vivió una jornada de alto voltaje político tras aprobar el rechazo a los vetos de Javier Milei sobre las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica. Pero el foco no estuvo solo en el resultado legislativo: el bloque PRO, principal aliado del oficialismo, quedó fracturado tras el voto disidente de Silvia Lospennato.
La diputada rompió con la línea partidaria y acompañó a la oposición en la votación, lo que desató un fuerte cruce con Cristian Ritondo, jefe del bloque, y Alejandro Finocchiaro. Este último la acusó de “cruzarse a las gradas de enfrente donde habita la alegre banda populista que quiere tumbar a este gobierno”, en una intervención cargada de ironía y tensión.
Lospennato respondió con firmeza: “No te voy a permitir que me digas kirchnerista porque no voto como vos querés”. Su intervención dejó en claro que dentro del PRO no todos comparten la estrategia de alineamiento automático con La Libertad Avanza, y que las diferencias ideológicas están lejos de resolverse.
El episodio expuso una interna que venía gestándose desde el acuerdo electoral entre el PRO y Milei. Lospennato, junto a María Eugenia Vidal —quien también se desmarcó en la votación—, representa un sector que busca preservar autonomía política frente al avance del oficialismo libertario.
La tensión escaló al punto que Martín Menem, presidente de la Cámara, levantó intempestivamente la sesión para frenar el avance opositor. El Gobierno recibió el revés legislativo sin sorpresa, pero aún evalúa si judicializará el rechazo a los vetos, en medio de un clima de creciente polarización.
Con gritos, gestos de reproche y acusaciones cruzadas, la sesión dejó al descubierto que el bloque PRO ya no actúa como un frente monolítico. La rebelión de Lospennato podría marcar el inicio de una reconfiguración interna, con impacto directo en la estrategia parlamentaria del oficialismo.
Redacción Diario Inclusión










