Con el desdoblamiento y adelantamiento de las elecciones provinciales en Salta, el PRO entró en una jugada carrera de tiempo. Si pretenden competir a nivel provincial, es necesario, primero, que convoquen elecciones internas para definir autoridades, y luego, trazar un plan a corto plazo que les permita la ilusión de hacer unas buenas elecciones en mayo del 2023.
La situación actual del PRO en Salta fue tratada por el titular de REMSA, Alberto Castillo, quien analizó con agudeza que “no se observa a nadie en Salta con el volumen político suficiente para llevar las riendas de ese espacio político”.
Estas declaraciones no hacen más que reflejar y confirmar las pruebas internas que acechan al PRO y que lo obligan a replantearse cómo encarar la carrera electoral 2023 y con quiénes.
La comparación hecha por Castillo es clara para demostrar lo diezmada que se encuentra la fuerza: Mientras que en 2015 el espacio había logrado 4 bancas en la cámara baja provincial, 3 bancas en el concejo deliberante e incluso algunas intendencias, éste 2022 lo encuentra con solo 1 diputada provincial y algunos concejales.
Sin titubeos, el titular de REMSA aseguró que es distinta la situación para los comicios nacionales, que se esperan para el último trimestre del año próximo. “Puedo asegurar que la línea PRO de Grand Bourg va a jugar muy fuerte en las elecciones nacionales”, dijo.
Esto confirma que el vínculo entre el sector dialoguista PRO y Sáenz sigue vigente. “Hubo muchas conversaciones a nivel nacional con los dirigentes. Tengo entendido que Larreta y Patricia Bullrich se han juntado y han hablado con Gustavo Sáenz. La conducción del PRO, con Patricia Bullrich a la cabeza, manifestó concretamente que va a haber una línea PRO SAENCISTA que va a participar con peso y fuerza en las elecciones nacionales. A nivel provincial la verdad que con una intervención que tiene como objetivo poner a dedo los candidatos sin debate, es más difícil”, lanzó Castillo.
Haciendo un poco de memoria, cabe recordar que la alianza entre el PRO y el gobernador Gustavo Sáenz tuvo un quiebre a fines de 2020. Por impulso de Patricia Bullrich y el ala dura del partido que fundó Mauricio Macri, fue intervenido primero por Martín De Los Ríos, integrante del gabinete de Sáenz, que debió dar un paso al costado. Lo siguió Gustavo André y actualmente la intervención se encuentra en manos de Martín Pugliese, quien ya hizo públicas las intenciones de definir autoridades, aunque no pudo afirmar que lo logren antes de la cita electoral que los salteños tendremos en mayo.
El panorama a nivel nacional parece ser distinto, donde se espera que la participación llegue con una propuesta más consolidada, que refleje el vínculo entre Sáenz y el sector más dialoguista del PRO.
