«Surgieron como preocupaciones la situación de la educación y el conflicto docente, los casos de abusos por parte de sacerdotes y la prevención de los mismos, la situación del narcotráfico y las amenazas a sacerdotes y referentes sociales», sostuvo el Episcopado en el parte de prensa.
La Iglesia advirtió la situación del narcotráfico y las amenazas a sacerdotes y referentes sociales que luchan contra este flagelo, expresó «preocupación» por la educación y el conflicto docente, y avanzó en el protocolo para consultar los archivos eclesiásticos de la dictadura.
Unos veinte obispos presididos por José María Arancedo (Santa Fe) cerraron las dos jornadas de la 176ª reunión de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), sin un pronunciamiento formal sobre la realidad social del país, pero en un parte de prensa precisaron las «preocupaciones» de la Iglesia.
«Surgieron como preocupaciones la situación de la educación y el conflicto docente, los casos de abusos por parte de sacerdotes y la prevención de los mismos, la situación del narcotráfico y las amenazas a sacerdotes y referentes sociales», sostuvo el Episcopado en el parte de prensa.
Los prelados también abordaron el protocolo de consulta del material archivístico relativo a la dictadura militar (1976-1983) conservados en la Conferencia Episcopal Argentina, la Nunciatura y la Secretaría de Estado del Vaticano.
«Se realizaron algunas sugerencias que se incorporarán al texto definitivo y, previa consulta a la Santa Sede, será dado a conocer en los próximos días para permitir el inicio del proceso de consultas», precisó la comunicación episcopal.
En este contexto, la Comisión Nacional Justicia y Paz (CNJyP), dependiente del Episcopado e integrada mayormente por laicos, manifestó su solidaridad con el sacerdote Eduardo Farrell, quien recibió amenazas por organizar misas y marchas contra el accionar de grupos narcos en la localidad bonaerense de Moreno.
«También en otros lugares del país se viven situaciones similares aunque muchas no se den a conocer por miedo a las consecuencias de la denuncia», subrayó el organismo eclesial, y destacó: «La voz de la diócesis de Merlo-Moreno es valiente y profética, porque ni la indiferencia ni el temor cierran los ojos o acallan las palabras ante la injusticia».
«No podemos rehuir responsabilidades, menos aun quienes son responsables de la seguridad y del cuidado de todos. La expresión ‘es lo que hay’ que a veces utilizamos debería modificarse por ‘otro país mejor, otra sociedad mejor, otra forma de vida más digna son posibles’ y comprometernos para realizarlo», sugirió en el mensaje la CNJyP.
La Oficina de Prensa de la CEA informó que durante las deliberaciones los obispos intercambiaron opiniones sobre cuestiones internas de la Iglesia como la evangelización entre los pobres y las periferias, y la situación del movimiento scout, y resolvieron «dar su aval» al proyecto de Ley Nacional de Libertad Religiosa que impulsa la Secretaría de Culto de la Nación.
Asimismo, precisó que la Comisión Episcopal de Ministerios presentó una propuesta de trabajo para la prevención de abuso de menores y adultos vulnerables, y destacó que para su elaboración se trabajó con especialistas en distintas disciplinas y se viajó a Chile para conocer la experiencia del Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal Chilena.
El problema del delito de abusos sexuales perpetrados por clérigos y sus formas de prevención, seguirá siendo analizado en la 113ª Asamblea Plenaria de obispos que tendrá lugar del 2 al 6 de mayo en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar.
