«Un encuentro cálido no fue, pero si muy productivo», era el comentario en la Casa Rosada luego de las reuniones que mantuvo el jefe de Estado, Mauricio Macri con la canciller de Alemania, Ángela Merkel.
En realidad nunca hubo tensión, sino que es conocido el carácter parco y el escaso sentido del humor de la Canciller. Enérgica, férrea y con un objetivo concreto que es trabajar para la unión internacional, según fuentes del Gobierno argentino y alemán «el encuentro fue provechoso».
«La canciller se mostró entusiasta con el proceso de transformación que lleva adelante Macri». El entusiasmo de Merkel, algunos cercanos al entorno de la Canciller Federal, lo adjudican a que nunca le cayó muy bien la actitud de la expresidente Cristina de Kirchner.
En la reunión bilateral que mantuvieron este jueves los mandatarios se tocaron varios temas aunque en toda la conversación sobrevoló la conveniencia de la unión de los países.
Europa está muy sensible a la actitud del presidente norteamericano que da la impresión que no tiene intenciones de mantener fuerte la alianza histórica que unió al Viejo Continente con los Estados Unidos. Una señal preocupante fue la salida de los Estados Unidos del acuerdo de Paris respecto al cambio climático.
Un dato importante que deja esta visita de Merkel es la decisión de Alemania de incluir el tema del terrorismo en los tópicos a encarar en el G20.
Por otra parte, el país teutón busca liderar el convencimiento de la importancia del libre comercio. «Alemania está convencida de que vivimos en un mundo interconectado en el que sólo vamos a poder resolver los problemas juntos. Con el aislamiento se pueden tener algunas ventajas por poco tiempo, pero en el largo plazo no es para nada positivo», indicó Merkel en la conferencia de prensa que brindó junto al presidente argentino.
En este aspecto se comprende el apoyo explícito -lo que no significa que las negociaciones vayan a ser fáciles– de la mandataria alemana al agilizar y concretar el Acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur. «Se va a negociar duro» dijo Merkel y aclaró que «no se verán colmados todos los deseos de la Argentina».
Previamente, Macri había ratificado que las dificultades que enfrenta Brasil no limitan el compromiso de este país en concretar el acuerdo. Fue el primer mandatario que dio a entender que para lograr la firma del tratado, habrá más dificultades por el proteccionismo que Alemania y Francia aplican a su sector agropecuario.
El G20 también fue parte de las conversaciones. En este punto fue importante que Merkel haya ofrecido «total colaboración» a la Argentina para conducir el encuentro que se llevará a cabo el año que viene. Este evento que congrega a los más poderosos mandatarios mundiales implica una «importante logística y sistemas de seguridad».
La administración de Macri siempre cosecha elogios cuando viaja al exterior y cuando recibe a los mandatarios extranjeros. «Nos valoran más afuera que acá», suelen quejarse en la Rosada.
«Usted con su Gobierno emprendió un camino realmente importante hacia las reformas con mucho valor, fortaleciendo la economía, volviendo a abrir a la Argentina hacia el mundo», aseveró Merkel.
Los elogios no se quedaron allí. «En esta asociación todavía podemos lograr un potencial más fuerte», agregó Merkel. Desde ya comprometió que las empresas de su país «siempre desean conexiones marco fiables, sabiendo que se reducen las trabas burocráticas, que hay transparencia en las licitaciones y todo eso es lo que caracteriza hoy en día a la Argentina».