A través de una resolución firmada por Manuel Adorni, se aprobaron los «lineamientos generales y específicos para la acreditación de medios y función de los profesionales de la comunicación en la Casa de Gobierno» que establece una larga serie de trabas para que los periodistas puedan acreditarse y trabajar en la Rosada.
La primera traba es numérica: sólo podrá haber 25 periodistas en la sala de prensa y 36 en la sala de conferencias. Además, los medios podrán tener hasta dos acreditados, uno por turno. Para cumplir esos límites, se creará una especie de ranking entre los acreditados, que sumarán puntos a partir de parámetros la audiencia de sus medios o las interacciones.
Adorni además limitó fuertemente los lugares de la Rosada por donde pueden circular los periodistas, una medida que tomó cuando se filmó la oficina de los trolls. «Se autoriza únicamente la circulación transitoria por las áreas comunes que sean estrictamente necesarias e indispensables, con el solo fin de trasladarse desde los puntos habilitados de ingreso y hasta los espacios habilitados para la realización de eventos o actividades periodísticas», indica. Quienes filmen o saquen fotos en «espacios no autorizados» podrán ser expulsados.
El punto más llamativo es que Adorni determina cómo deberán vestirse los acreditados. «Se establece que el código de vestimenta para las conferencias será formal, en razón de la naturaleza institucional del acto y su trascendencia a nivel nacional e internacional. Este requerimiento responde al protocolo de los actos oficiales cuyo respeto es fundamental para mantener el decoro y el orden correspondiente. En consecuencia, los acreditados y/o participantes tendrán que cumplir con el mismo a fin de preservar las buenas costumbres, el respeto por las instituciones y la importancia del evento», establece.
Se trata de algo muy llamativo para un gobierno que no se caracteriza por ser un ejemplo de cumplimiento de las formalidades o los códigos de vestimenta. De hecho, el presidente suele estar vestido con dos o tres camperas, pantalones cargo y zapatillas. Las pocas veces que Milei utiliza traje, lo suele hacer con sus zapatillas de suela alta y no con zapatos como indica el protocolo. Hay muchos más ejemplos que se podrían mencionar de ocasiones en el que Milei o su entorno fallaron seriamente con el protocolo.