«Healfreeze» representará a la provincia en la feria de Tecnópolis a fines de septiembre. Los creadores fueron ocho estudiantes de la técnica 3117 Maestro Daniel O. Reyes, de barrio San Remo.
«Healfreeze» es el nombre asignado a un masajeador térmico destinado a personas y animales, que fusiona la relajación del masaje con los beneficios terapéuticos que aportan el frío y calor. Este innovador prototipo emergió gracias a la creatividad de un grupo de estudiantes pertenecientes a la escuela de educación técnica (EET) 3117 Maestro Daniel Oscar Reyes, ubicada en el barrio San Remo. Su propuesta sobresalió entre otros proyectos, consiguiendo un lugar en el grupo de los 30 elegidos para representar a la provincia en la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología, a fines de septiembre en Tecnópolis.
Durante un arduo período de dos meses y medio, los alumnos, identificados como Lourdes Uncos, Tomás Lautaro Ramos, Federico Flores, Daniel Campos, Tobías Correa, Daniel Carrizo, Matías Fernando Dorado y Alena Calapeña, todos ellos cursantes del 4º 3ª del ciclo superior (equivalente al sexto año de la especialidad), concentraron su esfuerzo en dar forma a este dispositivo destinado a brindar alivio y bienestar a través de una experiencia de masaje placentera y eficaz. El proyecto fue supervisado por los profesores Ricardo Jorge Rojas y Claudio Anachuri, este último desarrolla actualmente sus prácticas docentes en la institución.
«Los chicos están muy contentos y entusiasmados con el proyecto y todos seguimos trabajando para mejorarlo», contó Anachuri a El Tribuno. Detalló cómo el masajeador térmico emplea tecnología termoeléctrica para generar cambios de temperatura controlados y rápidos. Esta característica habilita el alivio de dolores musculares, la reducción de la inflamación y la mejora en la circulación sanguínea. Como bien se conoce, por ejemplo, ante una lesión, las primeras 24 horas demandan aplicación de frío y, posteriormente, en la fase de rehabilitación, la aplicación de calor.
Gracias a su diseño ergonómico, diseñado por los mismos jóvenes, este dispositivo se adapta sin dificultad a diferentes zonas del cuerpo, asegurando un masaje completo y satisfactorio. Anachuri subrayó que la versatilidad del masajeador es uno de los aspectos más destacados del proyecto. Con la capacidad de beneficiar a varios grupos de individuos con diversas necesidades, desde atletas en busca de recuperación tras actividad física intensa hasta personas padeciendo dolores musculares crónicos o inflamaciones, el masajeador térmico provee ventajas terapéuticas para una amplia gama de circunstancias.
Healfreeze también fue diseñado con la intención de brindar terapia de frío y calor a animales, asistiendo en su recuperación posoperatoria, así como en lesiones musculares o articulares, con la finalidad de mitigar el dolor.
Visión empresarial y metas ambiciosas de los chicos
Aparte del invento propiamente dicho, el equipo de estudiantes fue más allá y se involucró en el planeamiento estratégico del proyecto, considerando aspectos técnicos, de mercado y sociales. Con la intervención de docentes de otras materias (además de los de informática) desarrollaron un análisis FODA, un mix de marketing, estudio técnico, especificaciones técnicas y el público objetivo, asegurando que el masajeador térmico sea accesible y beneficiario para diversas personas.
«Si bien el producto existe en el mercado, tiene un alto costo y justamente los chicos plantean que todas las personas puedan acceder a este dispositivo terapéutico, que el precio no sea un impedimento», resaltó el profesor Claudio Anachuri. En su momento, los estudiantes invirtieron 26 mil pesos para crear el prototipo, lo que requirió ingenio al reemplazar insumos caros con elementos reciclables.
Con el objetivo de convertirse en líderes en el campo de dispositivos terapéuticos, los estudiantes fijaron metas ambiciosas para su proyecto. Aspiran abrir un negocio de venta en noviembre del próximo año, de hecho, ya han logrado comercializar los primeros dispositivos.
