La inflación le está ganando al sector que sostiene 1.250 empleos directos en la provincia. Sostienen que las medidas del gobierno no son rentables.
La alta inflación, el planchamiento de precios en surtidores, el congelamiento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y las presiones paritarias tienen a las estaciones de servicio con la soga al cuello en todo el país. Y Salta, no es la excepción.
En los últimos meses varias estaciones de servicio cambiaron de bandera tanto en la capital como en el interior. Expendedores consultados en distintas localidades, afirmaron que esa palpable realidad, que tiene a otras pymes del sector encaminadas en la misma dirección, es un «claro reflejo» del derrumbe de los márgenes de rentabilidad y del quiebre de relaciones detonado por los artificios cambiarios y controles de precios con los que el Gobierno nacional intenta contener las estampidas de la inflación y el dólar.
«Ninguna estación de servicio corta su relación con una petrolera y cierra un contrato con otra cuando los suministros y los márgenes de rentabilidad, o las comisiones, son adecuados», aclaró un estacionero, tras afirmar que ninguna de esas condiciones marcha hoy por carriles razonables.
Suministros cupificados
Al respecto, otra fuente consultada señaló que por estos días estaciones de servicio reciben las naftas y el gasoil cupificados o con valores a escala invertida, «o sea que si querés 10.000 litros ese volumen te cuesta más caro que comprar de a 1.000 litros. Esto ocurre solo en Argentina», subrayó.
En la capital salteña, dos estaciones de servicio de Refinor cambiaron de bandera. Una, de la zona sur, se pasó a Axión y otra, en la zona norte, a Shell. Las cosas no están mucho mejor en los surtidores de YPF. Estos dependen de comisiones que están hoy por el piso. «El sendero de precios establecido en el acuerdo que firmaron el Gobierno nacional y las compañías refinadoras agravó nuestra crítica situación», afirmó uno de los estacioneros que comercializan combustibles de YPF.
Acuerdo
En el marco del plan Precios Justos, que impulsa el ministro de Economía, Sergio Massa, se acordaron para abril, mayo, junio y julio incrementos del orden del 4%.
En los cuatro meses, el precio de los combustible se incrementó alrededor de un 17%. Para el mismo período el acuerdo paritario del sector estableció aumentos graduales en los salarios más a tono con la inflación, que fue del 8,4% en abril, del 7,8% en mayo y del 6% en junio. Con el índice de julio, la inflación del período se ubicaría cerca del 29%. «Desde este mes los sueldos de nuestros empleados se actualizan otro 10%, y desde agosto será un 9% más», recalcó uno de los empresarios consultados. «Y nuestra situación no es la misma que la de las compañías petroleras, porque ellas, al suscribir el acuerdo, accedieron a compensaciones mediante beneficios fiscales que no llegan a las estaciones de servicio», planteó.
Impuesto
Para las estaciones de servicio que cobran comisiones en base a los montos que facturan en los surtidores, el congelamiento del impuesto a los combustibles líquidos, que no se actualiza en la nafta sin plomo y el gasoil desde el tercer cuatrimestre de 2021, es otro duro golpe. «Esto tiene que cambiar y pronto, porque nuestras empresas son pymes de las que depende el sustento de entre 12 a 20 familias, incluidas las nuestras, y están al borde del quebranto», afirmó un estacionero de la capital.
La provincia de Salta, según registros oficiales, tiene en distintos puntos de la capital y localidades del interior un centenar de estaciones de servicios que sostienen 1.250 puestos directos y formales, además de otra gran cantidad de indirectos ligados a su actividad.
