El ajuste que está ejecutando el presidente Javier Milei está golpeando de lleno a los que menos tienen. “No hay plata”, repiten una y otra vez en el Ejecutivo nacional, mientras la pobreza crece y son cada vez más las familias que deben ir a un comedor o un merendero, porque los padres ya no están pudiendo garantizar la alimentación de sus hijos. En ese contexto, al ministro de Desarrollo Social de la provincia de Salta, Mario Mimessi, se lo ve más preocupado por los videos para Instagram que por la asistencia a los más vulnerables.
Sólo en el mes de enero, el Gobierno de Milei no ejecutó ni un peso en ocho de las nueve partidas del programa de políticas alimentarias. Entre ellas, la destinada a comedores comunitarios y merenderos, que tiene asignado un monto de 34.339 millones de pesos.
Frente a este escenario, en la cartera de Desarrollo Social de la provincia también se dejó de brindar asistencia y solamente se encargaron de culpar a Nación por la falta de fondos. El brutal ajuste viene de Nación, pero distribuir culpas como única reacción ante un escenario de crisis no les resuelve el problema a quienes necesitan de una solución inmediata, porque de lo que se trata es de poder comer.
El recorte en la asistencia afecta a cientos de comedores y merenderos salteños al que asisten miles de niños y adultos en busca de un plato de comida o de una taza de té para palear el hambre. Pero, así como el Gobierno de Milei no manda asistencia, tampoco lo hace la cartera a cargo de Mario Mimessi, quien se ocupó por estos días de rellenar las redes sociales del Ministerio con videos intrascendentes y sumándose a actividades organizadas por otros organismos.
Mientras tanto, en el norte provincial, por ejemplo, el hambre sigue golpeando fuertemente a las comunidades originarias. Sólo en el mes de enero, más de 90 personas tuvieron que ser internadas en distintos centros sanitarios del norte, de donde es oriundo Mario Mimessi, por falta de atención alimentaria.
“Mucha kermese y poca atención”, pareciera ser la premisa de la gestión Mimessi ante la falta de asistencia, que no hace lo que debe hacer. En las redes sociales pretende mostrarse “activo”, pero la asistencia a quienes menos tienen no llega. El hambre de los más vulnerables no entiende ni de algoritmos ni de estrategias digitales.
Nota: Opinorte