Hoy es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. La fecha fue impulsada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud, para generar conciencia en la población de que el suicidio se puede prevenir.
A nivel mundial, el suicidio se ubica entre las tres primeras causas de muerte en individuos de entre 15 y 45 años. Las estadísticas muestran que, cada día, alrededor de 3000 personas se quitan la vida y alrededor de 20 lo intentan por cada una que lo consigue.
Los comportamientos suicidas son complejos. Existen múltiples factores contribuyentes y vías causales, como también una gama de opciones para la prevención.
Por lo general, ninguna causa o situación estresante es suficiente para explicar un acto suicida. Varios factores de riesgo actúan acumulativamente para aumentar la vulnerabilidad del individuo.
Por otra parte, cabe decir que la presencia de factores de riesgo no necesariamente conduce al comportamiento suicida.
Hablar del problema
El suicidio existe. Cada día, unas 3 mil personas se quitan la vida en el mundo y muchas intentan hacerlo.
El suicidio es un problema complejo, pero se puede prevenir.
Durante mucho tiempo, el suicidio fue un tema tabú. Es necesario hablar del problema para salvar vidas.
Es importante escuchar al otro, interesarse por sus problemas y acompañarlo. No dejar solo al que está sufriendo.
Es posible evitar que una persona se quite la vida. Para ello, se debe poner atención a sus conductas:
- Aislamiento
- Ideas negativas recurrentes
- Desesperanza
- Irritabilidad
- Cambios de conducta repentinos
- Ansiedad
- Apatía
- Expresiones de no querer vivir.
Si bien es oportuno efectuar la consulta profesional, en una primera instancia todos podemos ayudar brindando escucha, acompañamiento y contención si alguien de nuestro entorno presenta algunos de los signos de alerta.
Si una persona manifiesta una idea suicida o da muestras de no querer vivir, se debe evitar juzgarla, criticarla, contradecirla o minimizar sus problemas.
Acompañar a una persona con problemas significa ayudarla a buscar soluciones, mostrarle que hay caminos posibles y no dejarla sola.
En la prevención, cada uno en la sociedad es un actor clave, como miembro del grupo familiar primario, como amigo, colega o vecino.
Signos de alarma
Hay conductas en las personas que pueden indicar riesgo de crisis suicida:
- Llanto inconsolable
- Tendencia al aislamiento
- Amenazas suicidas
- Deseos de morir
- Desesperanza
- Súbitos cambios de conducta, afectos y hábitos
- Aislamiento, conductas inusuales
- Consumo excesivo de alcohol o drogas
- Realizar notas de despedidas, etc.
Qué hacer en caso de detectar un individuo con riesgo de suicidio:
- Preguntar siempre a la persona en situación de riesgo suicida si ha pensado en el suicidio. Si la respuesta es afirmativa, evitar el acceso a cualquier método que pueda dañarla.
- Nunca dejarla a solas mientras persistan las ideas suicidas.
- Avisar a otras personas significativas para el sujeto que contribuyan a evitar la ocurrencia de un acto suicida.
- Acercarla a las fuentes de salud mental para recibir atención especializada.
La Secretaría de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud Pública cuenta con un Grupo Interdisciplinario de Abordaje Familiar en Episodios de Suicidio o Intento de Suicidio para acompañamiento y contención de familiares y allegados.
El servicio funciona dentro de las instalaciones del centro de salud N° 63 “Dr. Roberto Nazr”, ubicado en avenida Sarmiento 655, de la ciudad de Salta, en el horario de lunes a viernes de 8 a 16. También brinda asistencia a través del teléfono (0387) 4213387.