El dolor cervical se ha convertido en una molestia cotidiana para quienes pasan largas horas frente a pantallas o al volante. Este fenómeno, conocido como “cuello tecnológico”, se debe a la inclinación constante de la cabeza hacia adelante, una postura que puede provocar rigidez, molestias persistentes y pérdida de movilidad.
Aunque muchos recurren a estiramientos para aliviar la tensión, el fisioterapeuta Patrick Suarez advierte que esta práctica puede empeorar el problema. En diálogo con Popular Science, señala que el verdadero enfoque debe estar en el fortalecimiento muscular, no en el estiramiento.
La postura adelantada estira en exceso los músculos posteriores del cuello, que conectan con las escápulas y la parte superior de la espalda. Esta sobrecarga debilita la musculatura y genera dolor en la base del cuello y los hombros. Suarez también advierte que los conductores frecuentes pueden desarrollar esta misma postura por la ergonomía del automóvil.
Uno de los errores más comunes es estirar el cuello para aliviar la tensión. “Lo que realmente sucede es que se sobreestiran los músculos en la parte posterior del cuello”, explica Suarez. “Lo que necesitamos es fortalecerlos nuevamente”. Según el especialista, los estiramientos perpetúan la debilidad, mientras que el fortalecimiento ayuda a recuperar la alineación natural.
La corrección postural comienza con conciencia corporal y ajustes ergonómicos. Al conducir, Suarez recomienda apoyar completamente la pelvis en el respaldo, llevar los hombros hacia atrás y mantener la cabeza en contacto con el reposacabezas. Luego, ajustar los espejos retrovisores para que la visión óptima requiera mantener esa postura.
Para combatir el “cuello tecnológico”, el fisioterapeuta propone ejercicios específicos. Uno de ellos es el “ángel de pared”, que consiste en deslizar los brazos hacia arriba y abajo mientras se mantiene la espalda, hombros y cabeza apoyados en una pared. Este movimiento mejora la movilidad del tórax y contrarresta la tendencia a encorvarse.
Otro ejercicio recomendado es la rotación torácica en la pared. En posición de medio arrodillado, con el muslo y la rodilla en contacto con la superficie, se rota el torso hacia ambos lados con las manos detrás de las orejas. Este ejercicio mejora la movilidad de la parte superior de la espalda, afectada por la vida sedentaria.
Las variantes de remo también son clave. El remo a un brazo se realiza con una banda elástica anclada a la altura del pecho, mientras que el remo de arriba hacia abajo se ejecuta desde una posición arrodillada, tirando de la banda hacia las costillas. Ambos fortalecen la musculatura entre las escápulas y mejoran la alineación.
Suarez también sugiere los ejercicios en “I”, “T” y “Y”, realizados sobre una pelota de estabilidad. Con los brazos extendidos en diferentes direcciones, se elevan y se juntan las escápulas en cada movimiento. Estos ejercicios fortalecen la parte superior de la espalda y promueven una postura más erguida.
Los ejercicios pueden realizarse de forma individual o combinada, y se pueden añadir pesas ligeras para aumentar la dificultad. La clave está en la constancia y la progresión gradual, sin exigir una postura perfecta todo el día, sino incorporando hábitos saludables en la rutina.
Con práctica y paciencia, la postura mejora y el malestar disminuye. El fortalecimiento muscular, junto con una mejor ergonomía, se presenta como la estrategia más efectiva para combatir el dolor de cuello en tiempos de hiperconectividad.
Redacción Diario Inclusión 🖋️