Toda época del año es buena para encarar un plan de alimentación sano. Pero la temporada estival es siempre una excusa. Aquí algunos consejos para lograr objetivos alcanzables.
Toda época del año es buena para encarar un plan de alimentación saludable, pero es en los comienzos de la primavera cuando la mayoría se acuerda de hacerlo. Para realizar un cambio en la alimentación y llegar en forma al verano, lo ideal es consultar a un nutricionista ya que cada cuerpo reacciona distinto a las variaciones alimentarias.
Lo importante es no caer en dietas extremas para perder peso rápidamente, sino hacer cambios graduales y complementarlo con actividad física.
Tampoco es cuestión de internarse en el gym para lograr en dos meses lo que se tendría que haber trabajado durante todo el año. La suma de una alimentación balanceada, actividad física adecuada y una buena hidratación darán como resultado un cuerpo saludable para el verano que se aproxima.
Algunos consejos para tener en cuenta:
• Comé en horario: realizar las cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) es una forma de mantener tu metabolismo activo y sobre todo ayuda a no acumular hambre y evitar el picoteo.
• Elegí snacks saludables: si vas a estar varias horas fuera de casa, tratá de tener a mano frutas frescas (la banana es una buena opción por lo cómoda que es para comer a toda hora) o frutos secos que te aportan vitaminas, minerales, fibra y dan saciedad.
• Achicá el tamaño de la porción que comés: muchas veces se consumen platos saludables pero muy abundantes, por lo que hay que evaluar las cantidades y si es necesario, achicarlas para reducir las calorías.
• Bebé abundante cantidad de agua: es la clave para mantenerse hidratado y no sumar calorías. Las gaseosas o jugos tienen mucha cantidad de azúcar, por lo que no calman la sed y te llevan a beber cada vez más.
• Que no falten verduras frescas: por lo menos una ración de vegetales crudos en almuerzo y cena; además, una ensalada completa que contenga alguna proteína (pollo, pescado, huevo o queso) puede ser una opción fácil de preparar, rica y con bajo aporte calórico.
• Elegí carnes magras y lácteos descremados: se opta por estas versiones para reducir el consumo de grasas.
• Acordate de las frutas frescas: son una excelente opción para los desayunos y meriendas, se pueden consumir como ensalada o en licuados o smoothies.
• Mantenete activo: la actividad física diaria es el pilar para modelar el cuerpo junto con una alimentación equilibrada y si no te gusta ir al gym, elegí salir a caminar o andar en bici.
No hay fórmulas mágicas para llegar con un cuerpo escultural al verano. Lo importante es llegar saludables. Comenzá con los cambios gradualmente y tené paciencia para ver los resultados. Si bien el verano es la excusa para encarar un plan de alimentación y hacer actividad física, debemos aprovechar para mantener hábitos saludables durante todo el año.
* Analía Moreiro (MN 1663) es Licenciada en Nutrición (UBA) y realizó posgrados y cursos en la Universidad Favaloro y AADYND (Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas). También se dedica a administrar el comedor de un centro de día de discapacitados severos (Grupo Vagues).