Un estudio publicado en la revista Nature Communications encendió las alarmas en la comunidad científica al demostrar que niveles elevados de THC pueden interferir en el proceso de división cromosómica de los óvulos, dificultando la concepción y elevando el riesgo de abortos espontáneos o malformaciones congénitas.
La investigación fue liderada por Cyntia Duval, de la Universidad de Toronto, en colaboración con el CReATe Fertility Centre y la experta Noga Fuchs Weizman de la Universidad de Tel Aviv. El equipo trabajó con óvulos humanos obtenidos durante tratamientos de fertilidad, expuestos a distintas concentraciones de THC en laboratorio.
Durante el ciclo menstrual, los óvulos deben reorganizar sus cromosomas para prepararse para una posible fecundación. El estudio demostró que el THC puede alterar ese proceso clave, generando errores genéticos que comprometen la viabilidad del embrión.
Hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre cannabis y fertilidad se centraban en los espermatozoides masculinos. Este trabajo marca un giro al enfocarse en las células sexuales femeninas y sus vulnerabilidades frente al consumo de marihuana.
Jamie Lo, obstetra y profesora en la Universidad de Ciencia y Salud de Oregon, calificó los hallazgos como “preocupantes” y recomendó cautela en el uso de cannabis durante la planificación del embarazo. Aunque el vínculo es estadístico y no causal, la evidencia sugiere un riesgo significativo.
Los investigadores aclararon que se necesitan más estudios para confirmar los resultados, pero aconsejan consultar a profesionales de salud antes de buscar un embarazo si se ha consumido cannabis recientemente.
Rocío Núñez Calonge, directora científica del Grupo UR Internacional, destacó que estos datos permiten comprender mejor las consecuencias reproductivas del cannabis en mujeres y podrían orientar futuras recomendaciones clínicas y regulatorias.
El estudio también plantea la necesidad de incluir advertencias específicas sobre fertilidad en campañas de prevención y etiquetado de productos con THC, especialmente en contextos donde el consumo recreativo está legalizado.
En un mundo donde la marihuana gana terreno como sustancia de uso cotidiano, este tipo de investigaciones invita a reflexionar sobre sus efectos menos visibles y a priorizar la salud reproductiva en el debate público.
🧬 Redacción Diario Inclusión