Te hacen dudar de lo que acabas de vivir. Te dicen que lo has malinterpretado, que todo está en tu cabeza, que exageras. Luego desaparecen, reaparecen con regalos o frases intensas, y te vuelven a dejar sin respuesta. Así funciona el manual del manipulador moderno.
No hay un solo método, hay siete muy concretos que se repiten con sorprendente frecuencia en la vida diaria. La psiquiatra Marian Rojas Estapé los ha identificado y los explica para que puedan detectarse a tiempo, sin necesidad de caer una y otra vez en el mismo juego.
Marian Rojas, psiquiatra, sobre detectar a los manipuladores: “Te dicen que algo no ha ocurrido cuando tienes pruebas de que sí ha ocurrido”
Ponerle remedio
La normalización progresiva introduce cambios perjudiciales de forma gradual, logrando que conductas abusivas acaben siendo vistas como tolerables
Marian Rojas Estapé, psiquiatra: “A veces convivimos con personas que son alexitímicos”
El método de Marian Rojas para no equivocarnos al elegir pareja
Marian Rojas Estapé
Héctor Farrés
18/04/2025 08:11
Te hacen dudar de lo que acabas de vivir. Te dicen que lo has malinterpretado, que todo está en tu cabeza, que exageras. Luego desaparecen, reaparecen con regalos o frases intensas, y te vuelven a dejar sin respuesta. Así funciona el manual del manipulador moderno.
No hay un solo método, hay siete muy concretos que se repiten con sorprendente frecuencia en la vida diaria. La psiquiatra Marian Rojas Estapé los ha identificado y los explica para que puedan detectarse a tiempo, sin necesidad de caer una y otra vez en el mismo juego.
Manipulación
Cambios pequeños, problemas grandes
Uno de los más corrosivos es el de la luz de gas, un sistema sutil que logra que la víctima cuestione su propia percepción. Según Rojas Estapé, “te dicen que algo no ha ocurrido cuando tienes pruebas de que sí ha ocurrido”, lo que genera confusión constante y dependencia.
Otro muy habitual es el bombardeo de amor, que consiste en una sobrecarga de afecto y atención en etapas iniciales, diseñada para crear un vínculo rápido. Al desaparecer ese entusiasmo inicial, la persona afectada busca desesperadamente recuperar esa validación, lo que la deja en una posición vulnerable.
También destaca el patrón de culpa y víctima, donde la persona manipuladora se presenta siempre como perjudicada. Frases como “después de todo lo que he hecho por ti” o “todos me tratan mal, tú eres el único que me entiende” son herramientas recurrentes para esquivar responsabilidades y cargar a otros con sus problemas. En esta línea, hay quien utiliza enfermedades o estados emocionales como excusa cada vez que hay un conflicto.
Una técnica más sigilosa, pero igual de efectiva, es la del refuerzo negativo. Se basa en retirar afecto, atención o comunicación como forma de castigo. Quien lo sufre puede pasar días sintiéndose ignorado, sin entender del todo por qué. Para Rojas Estapé, “el silencio activo produce en el cerebro zonas similares al dolor físico”.
Otras fórmulas incluyen la falsa urgencia, donde se exige una respuesta inmediata bajo la amenaza de perder una oportunidad. También la sobrecarga de información, que utiliza argumentos complejos para agotar mentalmente y evitar objeciones. Y, por último, la normalización gradual, donde los cambios negativos se introducen poco a poco hasta que parecen aceptables.
No son recursos aislados ni exclusivos de relaciones de pareja. Aparecen en trabajos, familias y amistades. Detectarlos es el primer paso para poder salir.