La vitamina D, conocida como la “vitamina del sol”, está ganando protagonismo en el campo de la medicina estética y preventiva. Eva Álvarez, médica especializada en estética, alertó sobre la alta prevalencia de su déficit en la población y los efectos que esto puede tener en la salud física y emocional.
Según Álvarez, la falta de vitamina D no solo afecta la densidad ósea, sino que también debilita el sistema inmunológico, favorece el envejecimiento prematuro y puede alterar el estado de ánimo. “Es una vitamina que regula más de 200 genes y está implicada en procesos vitales”, explicó en una entrevista reciente.
La especialista señaló que muchas personas presentan niveles bajos sin saberlo, ya que los síntomas pueden ser difusos: fatiga, dolores musculares, caída del cabello o incluso tristeza persistente. Por eso, recomienda realizar controles periódicos y considerar la suplementación bajo supervisión médica.
Uno de los factores que contribuye al déficit es el estilo de vida moderno, con poca exposición solar y dietas pobres en nutrientes. Además, el uso excesivo de protectores solares, aunque necesario, puede limitar la síntesis natural de vitamina D en la piel.
Álvarez también destacó el rol de esta vitamina en la medicina estética, especialmente en tratamientos de regeneración celular, mejora de la calidad de la piel y prevención del envejecimiento. “No se trata solo de verse bien, sino de estar bien desde adentro”, afirmó.
La médica propone un enfoque integral que combine nutrición, exposición solar controlada y suplementación personalizada. “La belleza empieza por la salud, y la vitamina D es una pieza clave que no podemos ignorar”, concluyó.
Redacción Diario Inclusión 📝