La chocolatada en polvo es, para muchos, sinónimo de infancia. Ese ritual de volver del colegio, prender la tele y prepararse un vaso bien cargado de Nesquik o Toddy quedó grabado en la memoria colectiva. Sin embargo, detrás de esa escena nostálgica hay una historia empresarial rica en giros, fusiones, estrategias de mercado y competencia feroz.
Nesquik, la marca insignia de Nestlé, nació en Estados Unidos en 1948 bajo el nombre de Nestlesquik y llegó a la Argentina hace 60 años. Desde su planta en Magdalena se produce el polvo chocolatado, mientras que en Córdoba se elabora la versión líquida lista para tomar. Con el paso del tiempo, la marca amplió su línea con cereales, helados, golosinas e incluso sabores experimentales como banana y frutilla. Hoy Nesquik es la líder del segmento, con cerca del 60% del mercado argentino de chocolatadas en polvo.
Toddy, en cambio, tiene un origen más curioso. Fue inventada en 1919 por James William Roodhart en Estados Unidos, quien buscaba una bebida instantánea nutritiva y versátil. A la Argentina llegó en los años 30 y, tras varias transferencias de licencias, la marca cambió de manos varias veces: desde Química Estrella, pasó por Molinos, luego PepsiCo y, finalmente, en 2021, fue adquirida por Gergalós, la misma empresa que maneja marcas como Mendicrim. Toddy tiene hoy entre el 25% y el 30% del mercado local y continúa expandiendo su presencia con productos como galletitas.
Además de estas dos gigantes, el universo de chocolatadas argentinas se completa con marcas como Chocolino (de La Virginia), Arcoa (de Arcor), Rabana, Cartoon y otras de bajo perfil que venden principalmente a través de supermercados y marcas blancas como Día%.
A nivel global, Nestlé mantiene su dominio no solo con Nesquik, sino también con marcas como Nescau en Brasil y Vascolé, una marca mítica de Uruguay que aún conserva. De hecho, muchos nostálgicos piden a Nestlé que devuelva Vascolé al mercado argentino.
Hoy, la chocolatada en polvo no es solo una cuestión de sabor o nostalgia: es un negocio multimillonario. Con una industria que suma ingredientes como vitaminas, calcio y claims nutricionales para no perder terreno frente a bebidas funcionales y saludables, estas marcas se reinventan constantemente para seguir en la mesa de los hogares.
La próxima vez que prepares una chocolatada, recordá que en ese polvo marrón hay más que cacao y azúcar: hay una historia de innovación, marketing y pasión que lleva más de un siglo.
Redacción: Diario Inclusión.