Existen marcas de alfajores que mas que un sabor, nos llenan de nostalgia y recuerdos. Es por eso que el periodista Javier Ledesma hizo un ranking de estos productos de marcas pioneras en la industria Argentina.
Uno de los más reconocidos principalmente por su precio accesible es el Turimar, que pertenece a Goloalfa. Esta compañía fue fundada por las familias Pardo, Müller y Paz en 1979, sin embargo su primera marca en el segmento fue Stadium en 1981.
Unos años después lanzaron el Turimar cuyo nombre proviene de la combinación de dos palabras «tour» y «mar» porque a los tres clanes les gustaba vacacionar en la costa argentina y recorrer fábricas de alfajores. Hoy producen cinco millones de unidades por mes y en 2017 reflotaron el Stadium como una opción triple. Se dice que frente a las grandes empresas, el único factor de competencia que vieron mas accesible fue el de reducir los precios.
Asimismo, la empresa Goloalfa se propudo producir alfajores para algunas marcas de supermercado y otras tiendas de alimentos.
Por otro lado, está otra marca de renombre en el país, el alfajor Fulbito. Todos los días la familia Romero Bonomi produce un millón de alfajores con Compañía Americana de Alimentos (Cadasa). Si bien cuentan con Nevares como una de sus etiquetas estrella, Fulbito es uno de sus principales caballitos de batalla en el universo alfajorero económico.
Dos tapas de galletita con forma de pelota de fútbol, relleno de pasta de maní y sin baño. El Fulbito se volvió uno de los abanderados low cost en los 90 y 2000. Además de tener fuerza con la venta ambulante también causó sensación con su llamativa publicidad con «David Becan», un doble del futbolista inglés que promocionaba el Fulbito con su look galáctico.
Existen quienes aseguran que aseguran que el Fulbito nació en 1978 inspirada en el Mundial de fútbol que se iba a disputar en la Argentina. No obstante, según el libro «En busca del alfajor perdido» de Facundo Calabró, la marca habría nacido recién en los 90. Antes del Fulbito, dentro del universo de este deporte, ya había existido el Dieguito Maradona.
En el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), la primera presentación de registro de la marca data de 1992 y fue solicitada por Food Holding SA, una sociedad constituida por los hermanos Hugo Sebastián y Julio César Romero Bonomi. Pero en dicha solicitud, señalan que Fulbito les había sido cedida por Garrido y Compañía Nesgard SAIC.
Por otra parte también destaca la marca Vimar de la firma Toray SA, aunque también manejan otras producciones. Pero ésta acarreó ciertas «experiencias sobrenaturales» que marcó su éxito.