Banco Macro, la segunda entidad bancaria con mayor capital privado de Argentina, tuvo sus orígenes el 4 de septiembre de 1978, cuando Macro Compañía Financiera S.A, se inscribe en el registro público de comercio, ésto gracias a la unión de los amigos y cuñados Jorge Brito y Ezequiel Carballo quienes con 10 mil dólares se deciden a emprender con un negocio monetario.
Sin embargo, Macro inició sus actividades como institución financiera no bancaria con la adquisición de Macro Financiera en 1985. En 1988 fue autorizado por el Banco Central de la República Argentina para funcionar como banco comercial. En febrero de ese año se inscribió el cambio de denominación social por la de Banco Macro S.A.
Ahondando en la historia
Según comenta el periodista Javier Ledesma, Banco Macro emergía en un momento crítico de la economía Argentina, pues sucedía durante la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz estando al frente del Ministerio de Economía. En ese periodo, Martínez de Hoz empleó la llamada «tablita», un instrumento de devaluación periódica controladas y constantes, lo que moldeó la política económica desde 1976 hasta su colapso en 1981.
La sobrevaluación del peso causó un enorme déficit en la balanza de pagos hacia 1980, lo que incentivó la fuga de capitales, destruyendo industrias exportadoras locales y llevando al período conocido como «plata dulce».
Pero esta etapa fue de crecomiento para Bnaco Macro S.A. ya que fue cuando consiguió su primer millón de dólares con el «trading» financiero ocurriendo.
Jorge Brito y Ezequiel Carballo se disponen a hacer negocios con Mario Brodersohn por lo que fue la Financiera Macro y en ese periodo mantenían un estrecho contacto con el radicalismo, principalmente con Enrique Coti Nosiglia, referente del momento. Fue en el 1985 cuando Brito y Carballo compran Financiera Macro y para el 1988 fue autorizado por el Banco Central de la República Argentina para funcionar como banco comercial.
Los socios, según comenta Ledesma de acuero a lo relacionado con las palabras de Alfredo Zaiat, nunca cortaron relación con Mario Brodershon, quien ejercía como secretario de Hacienda en la presidencia de Raúl Alfonsín. En ese entonces, contaba con aceitados vínculos con la coordinadora radical, grupo de dirigentes que contaba con importantes funcionarios en cargos en, por caso, el Banco Central. Uno de los golpes especulativos más importantes de Macro fue comprar dólares en cantidad en los días previos al estallido del Plan Primavera, el 6 de febrero de 1989, cuando el Central liberó el mercado cambiario gatillando el proceso de hiperinflación. Esto levantó grandes especulaciones, pues el Banco Macro salió fuertemente beneficiado y se pretendía que todo era porque recibió información anticipada por parte de Brodershon.
El «boom» de Macro
Con el inicio del año 1989, y el periodo de presidencia de Cárlos Ménem, inició la mejor época para Banco Macro. Jorge Brito, en este viajó a Salta donde adquirió varios campos y para el año 1990 funda la empresa Inversora Juramento. Tres años después compra el frigorífico Bermejo y continúa su cremiento pues en el 1994, Macro sale a la Bolsa.
Para el año 1995, la crisis financiera llegaba a la Argentina, originada por un shock externo, el llamado
efecto Tequila, proveniente de la devaluacion mexicana a fines del año previo. Esta
crisis se tradujo en una fuerte caida de depósitos en todo el sisterna Bancario. De 168
bancos existentes a diciembre de 1994, quedaron 147 seis meses mas tarde, debido a
fusiones y quiebras en esta actividad. Banco Macro decide entonces cambiar su estructura y pasa de banco mayorista a uno minorista, para atender a los pequeños inversores argentinos.
El menemismo también fue el periodo de crecimiento para Banco Macro ya que la ola de adquisiciones permitió que éste se beneficiara con el banco de Misiones y Jujuy, además se convirtió en el agente financiero de estas provincias.
Durante el gobierno de Fernando de la Rúa (como se consignó arriba, el ex ejecutivo de Macro, Colombo, fue una pieza clave de esa administración) el banco de Brito registró un crecimiento cualitativo: días antes de la caída de De la Rúa y del corralito diseñado por Domingo Cavallo compró el Banco Bansud. Esa entidad quedó en manos del Citibank, cuando su casa matriz compró el grupo mexicano Banamex, que a la vez controlaba el Bansud. En una operación por demás extraña el Macro se quedó con el Bansud sin poner un sólo dólar, recibiendo en cambio 200 millones de dólares por hacerse cargo de ese banco.
Pero tras este momento, llegó la década ganada, con la presidencia de Néstor Kirchner…