Todos tienen, por lo menos, uno en su casa. Grande, pequeño, de tapa roja, azul o verde. Tupperware le dio nombre a los recipientes herméticos de plástico para almacenar alimentos y se convirtió en un genérico para el rubro.
En el año 2023 la empresa Tupperware se declaró en quiebra, causando sensación entre el mundo del negocio y los clientes más fieles, especialmente los ‘godínez’ u oficinistas. Por ello, aquí una breve explicación del origen de la empresa y las innovaciones que le permitieron la fama.
La historia de los recipientes Tupperware
Earl Tupper, creador de los recipientes, tuvo una infancia dedicada al trabajo en una granja junto a su familia y tras crecer se dedicó al paisajismo, pero su negocio entró en crisis durante la Gran Depresión. Entonces consiguió trabajo en una empresa química, más precisamente en una fábrica de plástico. Durante una jornada laboral se le ocurrió una idea que cambiaría su vida.
La invención del tupper
Lo que le llamaba la atención era el cierre hermético que tenían las latas de pintura. Tupper pensó que eso podía llevarlo al día a día del hogar. La Segunda Guerra Mundial había cambiado la economía doméstica de cada casa y las familias buscaban cualquier manera para ahorrar. A su vez, las heladeras eran un bien de lujo y poder preservar los alimentos frescos durante más tiempo era una necesidad que atravesaba a todos.
Después de varias pruebas finalmente en 1945 lanzó el Wonder Bowl, un recipiente blancuzco que costaba u$s 0,39. A diferencia de los recipientes de vidrio o cerámica, los de Tupperware Plastics Company hacían un sonido similar a un eructo cuando el aire salía por completo de la tapa antes de quedar cerrado herméticamente. La compañía empezó a ofrecer su producto en las tiendas, pero los usuarios no terminaban de entender cómo usarlos, así que las ventas no despegaban.
En ese momento, Tupper se dio cuenta que la clave para lograr volumen era hacer demostraciones. Y se apoyó en la venta directa para posicionarse. Pero una de las vendedoras se transformó en la cara visible de la marca e inventó un nuevo modelo que combinaba marketing, negocio y vida social.
Pero la relación entre Wise y Tupper no se mantuvo por mucho tiempo. En 1958 ambos se pelearon por la estrategia de la compañía. Wise fue despedida y demandó a la empresa. Tras perder el juicio, Tupper vendió su emprendimiento a Rexall Drug por u$s 16 millones.
La venta directa empezó a perder fuerza en los 80 y 90, pero Tupperware siguió apostando a este modelo. El aumento de competencia la llevó a perder terreno, no obstante tuvo un leve repunte durante la pandemia con el crecimiento de la cocina hogareña. Pero ese boom parece haber encontrado su pico.
«La empresa cometió dos errores críticos. Con su producto perdió lugar frente a competidores y no se alejó de la venta directa», analizó William Keep, profesor de Marketing en la Escuela de Negocios de Nueva Jersey, en diálogo con CNN. Tupperware intentó expandir su portfolio con productos de cocina e incluso en octubre pasado se lanzó al mundo retail a través de un acuerdo con la cadena estadounidense Target.
El objetivo era conquistar al público joven. Sin embargo, este segmento pareciera ir en búsqueda de productos más amigables con el medio ambiente, como los envoltorios con cera de abeja. En 2021, la firma registró u$s 1300 millones en ventas, una caída del 18,7% con respecto al año anterior.
Desde la empresa plantean incertidumbre sobre su futuro. El pasado 27 de abril emitió un comunicado en el que aseguran que tienen «dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como un negocio en marcha». Sus acciones se desplomaron un 50% el último lunes e indican que, para seguir operando, necesitaran una inyección de capital.
A esto se le suma un factor contable. Tupperware indicó que sus resultados financieros de 2021 y 2022 fueron «inexactos» debido a cómo la empresa llevó adelante la contabilidad de los impuestos y arrendamientos.