PLZ es una empresa de Indumentaria que fabrica y vende de forma mayorista prendas para todo Uruguay. Cuenta con una experiencia de 20 años en el mercado de su país y en la actualidad, lidera la industria.
En una nueva edición del programa «Historias que Inspiran»,en diálogo con Gonzalo Otálora, José Pioli, CEO de PLZ (Uruguay) analiza los errores que, a su juicio, tontamente cometió por no saber llevar a cabo un negocio y qué aprendizajes le dejaron.
Arrancó con la marca después de la crisis de 2002 en Uruguay, de una manera u otra el emprendedor estaba vinculado a la industria textil y se tiró «a la piscina de emprender» -apoyado por sus viejos (económicamente) y su novia en ese momento, hoy su esposa- porque se había quedado sin trabajo.
«Me tiré a fabricar, un camino difícil de aprender y sostener. Ya van 20 años. Arrancamos con u$s270, un primer impulso económico para arrancar esta aventura, digamos», dice Pioli.
Hoy la firma se llama PLZ, pero -en realidad- nació con el nombre de polarizado, dado que en ese tiempo se usaba bastante las prendas polares y desde la marca, decidieron fabricarlas. «Teníamos clientes que nos pedían polares y todos nos conocían por el polar, polarizado. Así que nos denominamos polarizado. Aunque tiempo después nos arrepentimos por una asociación al polarizado de los vidrios. Eso nos fue llevando a replantearnos la marca a PLZ», explica.
La angustia más grande por la qué pasó el empresario fue no poder fabricar en Uruguay los productos que hubiera querido, ya sea por los materiales como por la mano de obra. Esa situación lo llevó a buscar caminos correctos, pero también sinuosos, según la época, situación que desencadenó en grandes errores que a continuación comparte con los lectores.
Si bien desde la firma venían realizando importaciones con éxito, después de realizar estas 2 exportaciones, José conoce a un muchacho, por medio de un amigo, que trabaja de «trading» en China. Eran 2 socios con experiencia en el mercado, entonces, decide trabajar con ellos, hacen todo el trabajo técnico para poder elaborar el producto y antes de salir del país oriental, se empezó a venir a premio de que quería tener la mercadería porque si no, no llegarían con la fecha.
«Llega la mercadería, descargamos los dos camiones y cuando abro la primera caja, ¡Me quería morir!, literalmente hablando», declara. ¿Qué le pasó? ¿qué tenían las prendas para que le agarre esa desesperación?
«Entramos a clasificar todas las cajas y a abrir las primeras, ya las telas no eran las mismas que habíamos pedido. Todos los artículos (camperas, pantalones, babuchas, etc.) tenían problemas, las camperas no eran las que habíamos acordado, los cierres no eran los pedidos, los canguros no pasaban por la cabeza. Tuvimos que agarrar los 3.000 canguros, mandarlos a nuestros talleres de costura para que lo agranden todo. Terrible y dramático. Hoy es una anécdota y un aprendizaje, pero te juro que fue dramático, tuve ataques de pánico», señala.
A modo de aprendizaje, José sostiene la importancia de no apresurarse a tomar decisiones y pedir las cosas con tiempo. La clave con China, es anticiparse, principalmente cuando mandás a elaborar la ropa de tu marca. Son muy esquemáticos y puntillosos.
¿Que precio debo poner?
«Me equivoqué a poner el precio de mi producto. Si vendía barato, mi negocio no era rentable», resume.
José Pioli viene de la escuela donde el precio manda. Entonces, con esa ideología el precio tiene que ser lo más barato posible. Eso lo llevó a no poner el foco en la marca ni agregarle tanto valor agregado. El emprendedor, le dedicaba más tiempo a cómo ahorrar un centímetro de tela, que a valorizar ciertos detalles de la prenda.
A raíz de esto, hubo años que vendían muy bien, sin embargo, las ganancias eran escasas. No se ganaba lo que se tenía que ganar.
Entonces, «empiezo a hablar con otro tipo de gente, que de repente quiere dignificar más el producto. Me convencen, de empezar a encausarme en trabajar la marca, de ponerles mejores telas, mejores avíos, etc. Y empezamos a trabajar en eso. La verdad que vendiendo quizás lo mismo o menos, llegamos a iguales o mayores resultados», detalla el fundador de PLZ (Uruguay).
Aprendizaje: «Que lo más importante es crear marca antes que vender barato».
Estrategia comercial: «Le vendemos a los comercios, ellos saben que cada 15 días pueden renovar su vidriera con colecciones nuevas de PLZ, diseños y estampas exclusivas de la marca; y a la vez, nosotros renovamos nuestro WhatsApp para que nuestros clientes nos vuelvan a comprar».
Otro error de José: la política de contratación
Emplear a personas conocidas, a amigos de amigos, sin siquiera tener experiencia o conocimiento en el rubro, fue otro de los grandes errores y nos ha traído dolores de cabeza, detalla Pioli. «No sabía cómo contratar a mi equipo», resume.
Entonces José comprendió como manejarse en el mercado y que en la actualidad apuntan a determinado perfil de empleado y, sino se adapta, no se contrata. También capacitan a los empleados: en el área de producción y en ventas. Además, los incentivan con cursos en marketing, en corte y confección, etc; y han sumado la contratación de consultoras externas, las cuáles les han brindado grandes enseñanzas.