El Jägermeister, es un licor que ha revolucionado los clásicos en formato de «shot», marcando un antes y un después en la industria. Este licor de hierbas tradicional ha sabido reinventarse sin perder su esencia ni apariencia, y ha conquistado principalmente a la audiencia joven de muchos países del mundo.
Esta bebida alcohólica de origen alemán elaborada a partir de una cuidadosa mezcla de hierbas y especias que se maceran en alcohol durante varios días antes de ser filtradas y embotelladas. La receta exacta es un secreto bien guardado, pero se sabe que cuenta con más de 56 ingredientes botánicos, incluyendo hinojo, raíz de angélica, regaliz, canela, cáscara de naranja, clavo de olor, jengibre, caramelo y cardamomo.
¿Cuál es su origen?
La historia de Mast-Jägermeister AG comienza en 1878, cuando Wilhelm Mast establece su negocio de vinos y vinagres en Wolfenbüttel, Alemania. Sin embargo, fue su hijo Curt Mast, apasionado cazador, quien daría un giro decisivo a la compañía. Demostró un talento excepcional en la preparación y mezcla de extractos herbales.
Tras años de experimentación, en 1934, Kurt Mast logró desarrollar una receta única: Jägermeister. Este licor se convirtió en una bebida indispensable en cada cacería, siendo brindada al comienzo y al final de cada jornada. Su origen se remonta a las mezclas de hierbas que se preparaban para los cazadores alemanes, quienes buscaban calentarse durante las brumosas jornadas tras sus presas.
Esta mezcla botánica solía ser transportada en un barril que se sujetaba al cuello de un perro de caza, y de él se servían los cazadores para obtener su reconfortante elixir.
La iconografía del Jägermeister, de hecho, evoca la historia de san Huberto de Lieja, un obispo que se convirtió en el patrono de los cazadores. San Huberto fue un noble caballero, hijo del Duque de Aquitania, nacido en el año 650 en Bélgica. Cuenta la leyenda que un viernes santo, Huberto andaba de cacería con su jauría cuando del interior del bosque apareció un venado al que siguieron los perros. A los minutos, todo el bosque quedó en silencio. Huberto, extrañado, se internó en el bosque y, en un claro, vio a sus perros sumisos y echados al lado de un ciervo hermoso, en medio de cuyos cuernos brillaba una cruz. Dedicado desde ese momento a promulgar la palabra de Dios y el amor al prójimo, Huberto fue canonizado por el Papa Sergio I un siglo después de su muerte. Los cazadores le ofrecen como ofrenda su primera caza, y su festividad es celebrada el 3 de noviembre.
En la botella, es fácil reconocer los elementos principales de esta fascinante historia, incluso contiene un poema de Otto von Riesenthal de 1848 que homenajea a los cazadores.
Dicen las creencias populares que contiene sangre de ciervo o arce, amén de otras propiedades estimulantes poco definidas relacionadas con los opiáceos –así que alerta a los hipocondríacos que generalmente suelen ser más propensos a la sugestión-, pero la empresa lo desmiente.
Gran aficionado al aire libre, Kurt Mast necesitaba una botella que fuese muy resistente. Para encontrar la opción ideal, sometió botellas de formas diferentes a una prueba de resistencia y las dejó caer sobre el suelo de roble de su casa hasta que una superó la prueba. Esta elección práctica se convirtió en un símbolo: más de ochenta años después, esa reconocible botella rectangular sigue destacando en bares y clubes de todo el mundo, y forma parte inconfundible de la marca.
Una de sus grandes características radica en que el Jägermeister se puede tomar como digestivo o para relajarse, después de una comida. Se puede mezclar con refrescos, zumos de frutas, ginger ale, cerveza, entre otros.
Expansión de la bebida
Sidney Frank Importing Company (SFIC), fundada en 1972, es uno de los nombres más conocidos en la industria de bebidas espirituosas de EE. UU. y ha llevado marcas como Grey Goose Vodka a la fama.
La empresa fue adquirida por Mast-Jägermeister por una suma no revelada en 2015 , habiendo actuado como importador y comercializador exclusivo del productor de licor de hierbas en Estados Unidos desde 1974.
Se le atribuye al fundador Sidney Frank el enorme aumento de la popularidad de Jägermeister en los EE. UU., al introducir las Jägerettes (los primeros modelos promocionales en la industria de las bebidas espirituosas) y la Jägermeister Tap Machine (máquina de barril Jägermeister), lo que convirtió al licor en el primer espirituoso disponible de barril.
Mast-Jägermeister ahora maneja todos los contratos de distribución de SFIC y controla todas las dimensiones de su cadena de valor, incluidos dos tercios de su distribución global, así como la logística, las ventas, las promociones y el marketing en sus tres mercados más grandes: EE. UU., Alemania y el Reino Unido.
Un «acierto» de Jägermeister
Si bien la empresa no respaldó esta bebida, una de las mezclas que lanzó a Jägermeister al estrellato fue el Jägerbomb o Red Bull Blaster. Se trata de un cóctel o chupito hecho con el licor de hierbas alemán Jägermeister y la bebida energizante austríaca Red Bull.
Tiene una forma tradicional de servirse, que es vertiendo el Jägermeister en un vaso de chupito, el Red Bull en un vaso de rocas y colocando el vaso pequeño dentro del grande. También es tradicional servir una ronda de Jägerbombs formando un Jägertren, es decir, disponiendo los vasos en hilera y haciendo caer los vasos de chupito adentro de los vasos grandes en un «efecto dominó».