En el caso de los aeropuertos, se desató un gran conflicto entre dos grandes figuras empresariales: Juan Navarro y Eduardo Eurnekian. Éstos hombres pelean por el dominio del negocio aeroportuario, un rubro estratégico en el que cada uno tiene una porción que les deja buena plata:
El Exxel (de Juan Navarro) opera las tiendas sin impuestos (free shop) y los depósitos fiscales por donde pasan todas las mercaderías que llegan o salen por avión. Compró en el 97 los dos negocios atribuidos al fallecido Alfredo Yabrán.
Y Eurnekian (de Eduardo Eurnekian) maneja los aeropuertos y puede quedarse más adelante con las tiendas libres de impuestos y los galpones fiscales, según quedó claro cuando Carlos Menem privatizó los aeropuertos en el 98.
Fue en el 2008 cuando las concesiones del free shop y los depósitos vencieron y la renovación o no de los dos contratos dependían del visto bueno de Eurnekian. En medio de ese conflicto fue que Eurnekian se declaró «cansado» del Exxel y anticipaba que no les prorrogaría los contratos. Adelantó, incluso, que del free shop se haría cargo un grupo suizo.
Pero ¿Cómo contragolpeó Navarro? Cerró trato con un enemigo de Eurnekián. Se trataba de Manuel Korzín denunciado penalmente por Eurnekian por supuesta «extorsión»,»robo de poderes y títulos» para sustraerle la empresa y así entregarle, a un tercero, el dominio de los aeropuertos.
Para ese momento existía la pregunta ¿Qué quiere el Exxel? Según decían en privado, con la compra de parte de Aeropuertos «consolidaban la presencia en el negocio aeroportuario» y se garantizan el futuro del free shop y depósitos fiscales. Como a «Aeropuertos le va mal, tenemos miedo que eso perjudique las tiendas y los depósitos», cuentan sin poner nombre ni apellido. Admiten que «hay un conflicto de intereses con Eurnekian» y, por eso, se quieren «proteger». Por las tiendas y los depósitos, facturan 330 millones de dólares por año.
Asociado con Macri, el Exxel quedó segundo cuando se privatizaron los aeropuertos. Perdieron por 18,2 millones de dólares contra la oferta de pago anual al Estado que hizo Eurnekian y sus socios: la SEA de Italia y Ogden de Estados Unidos.
Por su parte desde el grupo Eurnekián aseguraban que el Exxel quedó «asociado ilícitamente con Korzín. La pena que le cabrá a él, también le tocará a Navarro». Ellos «blanquearon la asociación que tienen con Korzín. Si pagaron 30 millones de dólares es para protegerse y decir después, que actuaron de buena fe». Navarro fue citado a declarar en el juicio penal contra Korzín.