Antonino Mastellone nació en 1899 en el municipio napolitano de Piano Di Sorrento. Ahí su familia se dedicaba a la elaboración de quesos y él aprendió este oficio. Con 26 años decidió mudarse a la Argentina en busca de oportunidades y pronto consiguió trabajo en una compañía láctea en Junín. Ahí su apellido se transformaría en ícono de una industria.
Según el libro La Provincia Ganadera, de Juan Carlos Pirali, Mastellone luego ocupó un puesto en un frigorífico cuyo dueño también era oriundo de Nápoles. Al conocer la historia de Antonino, detalla, su compatriota le prestó una casa en General Rodríguez para que arme su proyecto.
Durante la Primera Guerra Mundial, una escuadra italiana llamada «La Serenissima» sobrevoló Viena con la misión de bombardear la ciudad, sin embargo, en lugar de explosivos, lanzaron miles de panfletos pidiendo por la paz. Esto, aseguran desde la empresa, inspiró a Mastellone para darle ese nombre a su emprendimiento en 1929.
Al principio elaboraba ricota, mozzarella y otros quesos, que luego vendía en la zona portuaria y en el barrio de San Telmo. Sus principales clientes eran los propios inmigrantes europeos que ya conocían y consumían ese tipo de productos. En 1935 Mastellone adquiere un camión usado y este se transforma en la base de lo que luego sería la flota de distribución de la empresa.