En el universo de las telecomunicaciones existen multiples servicios, entre ellos teléfono fijo, TV por cable, internet y teléfono móvil.
La nueva Telecom Telefónica fusionada le daría un 40% del mercado de TV paga, un 47% del de banda ancha y un 61% en teléfono móvil, con Personal y Movistar. Cabe destacar que desde el gobierno ya advirtieron como esta compra iba a repercutir en el mercado, con el ENACOM y la Comisión de Defensa de la Competencia. Si nos preguntamos ¿Puede pasar que no autoricen la operación y vuelva todo para atrás? La respuesta es no, porque la revisión acá es ex post, o sea, Telefónica ya pagó, Telecom ya vendió y como mucho pueden poner condiciones para que esta empresa pueda operar, desde vender espectro o ceder participación de mercado.
Pero veamos quién es quién dentro de esta operación, pues las dos son empresas que se formaron en Argentina en 1990 con la privatización de Entel, la empresa nacional de telecomunicaciones.
Telefónica es una empresa de origen español que tiene justamente como principal accionista al Estado de España. Desde 2019 ya andan buscándole comprador a todos sus negocios en Hispanoamérica. Por ejemplo, le vendieron sus operaciones en Guatemala y El Salvador al mexicano Carlos Slim, dueño de América Móvil y la marca Claro. Telefónica creía que era porque estos mercados tenían baja rentabilidad y quería enfocarse más en otros mercados más rentables, como Brasil, el Reino Unido, España, Alemania.
Del otro lado está Telecom Argentina, que tiene dos accionistas que manejan más del 80%. El más conocido es Cablevisión Holding, de la familia Noble Herrera, Héctor Manieto, José Aranda y Lucio Pagliaro, o sea, Grupo Clarín. El otro es el mexicano David Martínez, a través de su fondo Vintage Advisory.
Entonces Vintage y Grupo Clarín son los dueños de Telecom que compró Telefónica. Sin embargo, al principio dije que el verdadero problema iba a estar en telefonía móvil. Según Enrique Carrier, en los otros servicios de telecomunicaciones no hay tanta superposición. Hay zonas en las que no podés elegir si contratar uno u otro, no sé Flow o Movistar TV, tenés uno nada más. En cambio, en el negocio de telefonía móvil, las dos empresas operan a nivel nacional.
Según el último reporte de Elena.com, en la Argentina hay 63,3 millones de líneas y una penetración de 134 cada 100 habitantes. Pero ese mercado hoy se divide entre dos jugadores nada más.
Es asi que Telecom Telefónica con Personal y Movistar tienen 61% y el resto, ese 39%, es de Claro, del
multimillonario mexicano Carlos Slim.
Para comprender cómo estas empresas lograron acaparar con todo y para entender cómo se fue configurando este escenario, tenemos que viajar 40 años para atrás. En 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, se lanza una licitación para dar servicio de telefonía móvil solo en el área metropolitana de Buenos Aires. El negocio de los celulares era bastante joven.
Esa licitación la ganó el consorcio Movicom, que tenía varias empresas involucradas. El principal accionista era la estadounidense Bell South, con Motorola como socio y proveedor tecnológico, aunque también estaban el banco Citi, BGH y el grupo Macri con porcentajes. Después de un año y medio de instalar toda la red de antenas, recién el 1 de noviembre de 1989 se hace la primera llamada con celular en el país. Ya estaba Menem en el gobierno y el servicio era muy caro y tenía poca cobertura. Al principio solamente funcionaba en el macrocentro de CABA y costaba unos 1.320 dólares por la conexión y el equipo. Entonces era solamente para empresas, gente con dinero o amantes de la tecnología.
Para fines de 1990 había 12.000 abonados, nada más. Pero en ese momento se dio algo importante en esta historia que es la privatización de Entel. El gobierno lo que hizo fue dividir el país en dos regiones, norte y sur, y dos empresas iban a tener el monopolio de la telefonía fija en cada una. La región norte se la quedó el consorcio
llamado Nortel, que es lo que hoy conocemos como Telecom. Los socios dentro de este grupo eran Telecom Italia, France Telecom, Perez Compank y el JP Morgan. Por su parte, la región sur fue para el consorcio Cointel, que vendría a ser Telefónica Argentina, que acá tenía como socios a Telefónica España, el Banco City y a Techint de la familia Roca.
Estas dos empresas iban a tener el monopolio hasta 1999, cuando se iba a empezar a liberar una vez que el mercado ya esté más consolidado. Sin embargo, en telefonía móvil iba a ser distinto, porque hasta ese momento estaba solamente Movicom. En 1993, Telecom y Telefónica fundan la sociedad Movistar S.A. para dar servicio de telefonía móvil en ambas con la marca Minifon, y así salir a competirle a Movicom.
Entonces se empezó a dar una guerra de precios y de metodología de cálculo de precio en un mercado que era solamente de 140.500 abonados. Pero al año siguiente, el gobierno le dio licencia a otra empresa para que empiece a desarrollar este negocio en el interior. En 1994, en Córdoba nace la Compañía de Teléfonos del Interior, más conocida como CTI Móvil, que tenía algunos socios conocidos. El principal era la estadounidense GTE, que después pasó a llamarse Verizon cuando se fusionó con Bell Atlantic en el 99. Otro de los accionistas de CTI eran AT&T, el Deutsche Bank, Benito Rogio y Grupo Clarín, a través de la sociedad AGEA. Hasta ahí tenemos a Movicom y Minifon en el AMBA y a CTI en el interior.
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