El Ricardito, ese dulce de chocolate con corazón de merengue que marcó la infancia de miles de uruguayos, está oficialmente de regreso. Luego de que el Grupo Bimbo cesara su producción en 2023, la incertidumbre sobre el futuro del postre generó una ola de nostalgia y reclamos sociales. Hoy, de la mano de la empresa nacional Chocolates Haas, la tradicional golosina vuelve a las estanterías, con una propuesta renovada que busca honrar su legado y adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
La historia del Ricardito comenzó en la década de 1960, cuando la marca Ricard —fundada por inmigrantes suizos— introdujo un postre que combinaba una base crocante, merengue italiano y una cobertura de chocolate. Su popularidad fue tal que rápidamente se convirtió en un ícono nacional, inmortalizado en jingles, publicidades y anécdotas familiares. Durante décadas, Ricardito fue sinónimo de infancia, recreos y meriendas compartidas.
Sin embargo, en mayo de 2023, la noticia de que Bimbo —empresa que había adquirido Ricard en 2008— dejaría de producir la golosina, sacudió al país. Las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida y el tema llegó incluso al Parlamento, donde el senador Jorge Gandini se despidió públicamente del “último Ricardito” que quedaba en su kiosco de confianza. La pérdida no era solo económica o industrial: era cultural.
Fue entonces cuando Chocolates Haas, una compañía uruguaya con más de 80 años en el mercado del chocolate artesanal, decidió dar un paso al frente. En un acuerdo que incluyó la compra de la marca y los derechos sobre la receta original, Haas anunció el regreso del Ricardito, con una nueva identidad visual, una receta mejorada —que ahora es apta para celíacos— y un fuerte anclaje emocional con el consumidor.
“El Ricardito no es solo un producto, es parte del ADN uruguayo”, afirmó en su momento un vocero de Haas. La nueva versión conserva la esencia del original, pero utiliza chocolate de mayor calidad, fabricado localmente, y un proceso de elaboración actualizado. El relanzamiento oficial tuvo lugar el 13 de mayo de 2024, y a partir de entonces, el 5 de mayo fue declarado “Día del Ricardito”, en homenaje a su regreso.
El fenómeno trasciende lo comercial. El retorno de Ricardito representa un triunfo de la memoria colectiva, la identidad nacional y la resiliencia de la industria local. En un país donde lo cotidiano muchas veces se convierte en símbolo, el regreso de esta golosina es mucho más que dulce: es historia, orgullo y futuro.
Redacción: Diario Inclusión.










