Domingo Ruiz, representante del Centro de Empleados de Comercio (CEC), advirtió que la situación del consumo en el norte salteño “no repunta” y que la crisis golpea especialmente a las localidades de frontera como Salvador Mazza y Tartagal. La combinación de inflación, caída del poder adquisitivo, comercio ilegal y falta de renovación de contratos está dejando un escenario de cierres y despidos en varios rubros.
En declaraciones recientes, Ruiz explicó que el incremento sostenido del dólar en los últimos dos meses aceleró la suba de precios de la canasta familiar, que llegó a tener aumentos de hasta cuatro veces en un mismo mes. Sin embargo, los salarios no acompañaron ese ritmo, lo que profundizó la pérdida de poder adquisitivo y el desplome de las ventas.
“Los comerciantes piden apoyo para repuntar. Debemos combatir el comercio ilegal que existe en la zona fronteriza, porque toda la plata en estos tiempos se fue al exterior y eso perjudicó totalmente a los empresarios y, por ende, a los empleados de comercio”, señaló Ruiz.
La situación se refleja también en la reducción de horas laborales y la rotación de personal como estrategia para evitar despidos masivos en supermercados y negocios locales. “Se está aguantando, algunos van a implementar esta medida, con el beneficio de que nadie quede sin trabajo”, agregó el dirigente.

En Salvador Mazza, el panorama es más delicado: se registraron cierres de casas comerciales y despidos, lo que empujó a algunos trabajadores a trasladarse a Tartagal en busca de empleo.
Según informes recientes de cámaras empresarias y consultoras económicas, el consumo minorista en Argentina atraviesa uno de sus peores momentos de los últimos años. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reportó que en julio de 2025 las ventas en comercios pymes cayeron un 19% interanual, mientras que la inflación en alimentos y bebidas supera el 300% anual. Esta realidad golpea con más fuerza a las provincias del norte, donde el comercio ilegal fronterizo genera competencia desleal y fuga de divisas hacia Bolivia.
Ruiz manifestó que las expectativas de un repunte entre julio y septiembre aún no se cumplen: “Ya vamos a mitad de agosto y todavía no se nota. Los empresarios siguen aguantando, pero la situación es cada vez más difícil”.
En este contexto, los gremios mantienen paritarias abiertas para intentar recomponer salarios y evitar que la crisis derive en una ola de despidos. Mientras tanto, comerciantes y empleados esperan que se implementen medidas de control fronterizo y políticas de incentivo al consumo que permitan revertir la tendencia negativa.
Redacción: Diario Inclusión.