El licenciado en Economía y actual secretario de Producción y Economía del Conocimiento de la Municipalidad de Tartagal, Facundo Camacho, ofreció una profunda reflexión en el programa Mañanas Informativas de FM Amigos 91.3, donde analizó los efectos políticos y económicos tras las elecciones legislativas celebradas en la provincia de Buenos Aires.
“El resultado electoral se nacionalizó y mostró un termómetro de lo que los argentinos vamos a decidir en octubre. Buenos Aires representa el 38% del electorado, por eso tiene un peso tan fuerte en la economía y en la política”, explicó el funcionario, al señalar que la victoria de Axel Kicillof por un margen mayor al esperado generó volatilidad inmediata en los mercados.
Según detalló, el dólar pasó en pocas horas de 1.380 a 1.450 pesos, mientras que las acciones argentinas cayeron hasta un 15%. “El mercado esperaba una profundización del modelo de ajuste del presidente Javier Milei, y esta elección encendió alarmas porque mostró un límite a ese proyecto”, remarcó.
Camacho hizo hincapié en el ajuste fiscal que el Gobierno viene implementando: “En julio hubo recortes del 11,7% en programas sociales, 28,3% en subsidios a la energía, más de un 80% en vivienda y un 7% en jubilaciones. Por eso vemos boletas de luz y transporte más caras, planes de vivienda paralizados y un freno a la obra pública, incluso aquí en Tartagal”.
El economista también cuestionó la metodología oficial para medir la inflación. “Cuando vamos al supermercado el changuito se llena cada vez menos. La inflación oficial puede marcar un 1,9%, pero en la realidad se siente más porque no se actualizan las ponderaciones de la canasta, sobre todo ahora que los servicios aumentan mucho más”, sostuvo.
Consultado sobre la situación de las reservas, advirtió que el panorama es crítico: “El Banco Central está operando con reservas negativas. Los dólares que se venden son los del sistema financiero, los de los ahorristas, no los generados por la economía real. Si no logramos dólares genuinos mediante exportaciones, podemos enfrentar un escenario parecido al de 2001, con corralito incluido”.
En cuanto a la política económica, Camacho planteó que el país atraviesa una “batalla cultural” sobre el rol del Estado: “Milei no cree en la presencia del Estado ni en trabajar con la industria. Su modelo es anarcocapitalista, liberal, donde prima el individuo sobre lo colectivo. Pero lo que necesitamos es equilibrio entre lo público y lo privado, inversiones en ciencia, tecnología e infraestructura para generar desarrollo y empleo”.
De cara a lo que viene, el funcionario anticipó que el Gobierno intentará contener la volatilidad hasta las elecciones de octubre: “Van a hacer lo imposible para que el mercado se calme, pero sin apoyo popular será muy difícil sostener reformas estructurales como la laboral, la jubilatoria o las privatizaciones. Octubre será decisivo para definir el rumbo del país”.
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Redacción: Diario Inclusión.













