La comunidad rural de Tranquitas, ubicada a unos 15 kilómetros al norte de Tartagal sobre la ruta Nacional 34, está a punto de vivir un momento histórico con la inauguración de su primer edificio para el nivel secundario. Hasta ahora, los estudiantes cursaban en el turno contra del primario de la escuela Teniente Berdina, con aulas improvisadas y mucha dificultad para continuar con la educación formal.
Una primera etapa con gran impacto
El nuevo edificio ya cuenta con dos aulas amplias, sanitarios adecuados, y está en plena primera etapa de construcción. Según explicó María Elena Guayán, directora de Obras de la Municipalidad, esta etapa incluye también el próximo desarrollo de una galería, un salón administrativo, sala de profesores y un cerramiento perimetral que separará el nuevo espacio del edificio de la escuela Berdina. La obra fue concretada íntegramente por una cooperativa local con fondos de la Secretaría de Obras Públicas de la provincia.
Además, la segunda etapa ya fue proyectada y aprobada: se prevé continuar con otras ampliaciones para dotar al edificio de más aulas y espacios necesarios.
Una deuda histórica con la educación rural
Desde hace años, los chicos de Tranquitas enfrentaban serias dificultades para cursar el secundario: recorrían grandes distancias, contaban con transporte limitado y, en muchos casos, debían abandonar sus estudios. La improvisación del salón comunitario fue el escenario mas habitual, hasta que esta obra puso fin a esa situación.
La construcción se enmarca en una política de Estado comprometida con la justicia social y la inclusión educativa, liderada conjuntamente por el gobernador Gustavo Sáenz y el intendente Franco Hernández Berni. Como señaló el intendente:
“Una escuela propia cambia todo: no es lo mismo estudiar a la distancia, con obstáculos, que hacerlo en tu comunidad, con identidad, contención y oportunidades.”
Infraestructura moderna como herramienta de transformación
Las obras reflejan una clara apuesta por garantizar entornos educativos dignos y accesibles. Según reportó Nuevo Diario de Salta, el establecimiento contará con aulas modernas y sanitarios inclusivos, lo que representa un avance significativo en las condiciones locativas de enseñanza.
Asimismo, el medio Ciudad FM informó que esta nueva escuela beneficiará directamente a más de 200 estudiantes, lo que subraya su gran impacto social.
Más que un edificio: un símbolo de pertenencia
Para la comunidad —compuesta mayoritariamente por familias trabajadoras e originarias— esta obra representa mucho más que una construcción: es una puerta abierta a la igualdad de oportunidades, que permite a los jóvenes proyectar un futuro sin alejarse de sus raíces.
La iniciativa forma parte de un paquete de mejoras en escuelas rurales de Tartagal: otras instituciones como la comunidad Cherenta, y las escuelas Yacuy y Chorote están recibiendo, o recibirán, obras de ampliación y puesta en valor. También se han construido nuevos playones deportivos en varios barrios y parajes, como Misión Miranda, Nueva Esperanza y el barrio SUPE, además de proyectos de pavimentación e iluminación en zonas urbanas.
Redacción: Diario Inclusión.