Un grupo de trabajadores municipales de Tartagal llevó adelante una fuerte protesta en la base de pavimento, ubicada junto al Regimiento de Monte 28, en reclamo por la falta de respuestas a históricos pedidos de regularización laboral. Los manifestantes cerraron el portón de ingreso y denunciaron irregularidades en la asignación de contratos, falta de pago de la quincena y carencias en ropa y elementos de seguridad.
Según expresaron los trabajadores, algunos llevan entre 8 y 15 años desempeñándose en el municipio bajo condiciones precarias, sin lograr acceder a contratos estables, mientras que empleados con apenas uno o dos años de antigüedad —muchos de ellos vinculados a la política o familiares de funcionarios— ya fueron incorporados a planta contratada. Los trabajadores cuestionaron también el rol del gremio, al que acusan de permitir estos acomodos históricos en la municipalidad. “Hace años venimos reclamando que se respete la antigüedad. El sindicato debería ponerse al frente y no lo hace”, remarcaron.“Tenemos compañeros con más de diez años que siguen esperando, y a otros que entraron ayer ya les hicieron el contrato”, señaló uno de los voceros de la protesta.
“Esto pasa porque el gremio lo permite. Si realmente se pusiera al frente, habría listas transparentes que respeten la antigüedad, pero siempre terminan beneficiando a los acomodados”, expresó un trabajador durante la protesta.
Los municipales señalaron que en marzo pasado ya se había realizado un paro y se confeccionó un listado para ordenar los ingresos según los años de servicio, pero esa nómina no fue respetada. “Se arma todo a dedo, como quieren”, cuestionaron.
Además de reclamar la transparencia en la elaboración de las listas de contratos, los empleados exigieron el pago de la quincena, que según denunciaron supera los 150 mil pesos y aún no fue abonada. “Por todos lados hace agua. No se respeta ningún acuerdo, y encima nos tratan de vagos o violentos cuando lo único que pedimos es cobrar por nuestro trabajo”, afirmaron.
Otro de los puntos centrales de la protesta es la falta de indumentaria y equipamiento básico para realizar tareas de riesgo. Varios de los manifestantes indicaron que deben comprar de su bolsillo la ropa de grafo y los guantes para trabajar con brea y materiales calientes. “Estamos expuestos a quemaduras y accidentes graves porque no nos dan la ropa adecuada. Así no se puede seguir”, advirtieron.
La medida de fuerza incluyó la advertencia de que no se abrirán los accesos hasta que una autoridad municipal con capacidad de decisión se presente en el lugar para dar respuestas concretas. Los manifestantes plantean como condición mínima una nueva lista de contratos que priorice a quienes tienen más de diez años de servicio.
En paralelo, se vivieron momentos emotivos cuando trabajadores históricos compartieron testimonios de décadas en el municipio, como el caso de “Serrano”, con 46 años de antigüedad, que recordó distintas gestiones desde la época de los intendentes militares.
Hasta el momento, las autoridades municipales no emitieron un comunicado oficial, aunque en redes sociales vecinos y referentes sociales expresaron su apoyo al reclamo, exigiendo soluciones urgentes para quienes sostienen el funcionamiento diario de la ciudad.
Redacción: Diario Inclusión.