El escrito dice que B§ Norte Grande es el más peligroso del país por la droga.Vecinos invitaron al responsable a caminar por las calles del barrio.
No es una villa o uno de los asentamientos que rodean a ciudades de la provincia de Buenos Aires o el Gran Rosario, donde las bandas delictivas dedicadas al tráfico de sustancias prohibidas y delitos conexos dirimen sus diferencias a los tiros o haciendo desaparecer personas.
Tampoco es alguna de las zonas marginales del extenso territorio argentino donde las fuerzas de seguridad provinciales o nacionales no se arriegan a ingresar, salvo situaciones excepcionales.
Pero para la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) el vecindario con mayor vulnerabilidad social y menor cobertura asistencial ante el consumo de drogas de todo el país, es el barrio Norte Grande de Tartagal.
Lo dice un informe dado a conocer semanas atrás y elaborado por el propio organismo a nivel nacional.
Triste e inexacto ranking
En ese triste ranking al barrio de Tartagal le siguen otros de la provincia de Neuquén y en tercer lugar otros de Misiones.
Pero curiosamente Buenos Aires, donde el tema de la venta y consumo de sustancias prohibidas y la violencia que esta actividad ilegal produce está desde hace años fuera de control, aparece recién en un cómodo cuarto lugar.
Según la Sedronar, el informe se basó en un relevamiento de asentamientos informales existentes en todas las localidades con más de 10.000 habitantes, realizado por la organización Techo en 2016.
Para complementar el estudio, desde la Dirección de Análisis Territorial y Estadística se realizó un relevamiento de villas en mayo de 2017.
El informe se titula «Departamentos con alta vulnerabilidad social y baja cobertura de oferta asistencial y preventiva de adicciones en la República Argentina».
En el mismo se concluye que «en el departamento General San Martín de la provincia de Salta se ubica el barrio con mayor vulnerabilidad social, concepto definido por los siguientes indicadores: jefes de hogar que nunca asistieron a la escuela, gran porcentaje de analfabetismo, las personas dependientes viven en hogares pobres, sin agua en la vivienda y con hacinamiento crítico».
