El sargento Marcelo Flores fue detenido con 135 kilos de cocaína en su poder.Ya tendría antecedentes. El Ministerio de Seguridad suspendió a sus superiores.
La detención de un narcopolicía que llevaba 135 kilos de cocaína, en Profesor Salvador Mazza, derivó ayer en el relevo de la cúpula de la Comisaría 42, de la ciudad de Tartagal, donde el efectivo arrestado se desempeñaba como chofer.
De acuerdo a la información que se conoció ayer en la norteña ciudad, el jefe de la Comisaría 42, comisario Francisco Calermo, fue relevado de su cargo, y junto a él otros policías con rango y cargos de jerarquía también habrían sido suspendidos por disposición del Ministerio de Seguridad de la Provincia.
La agitada jornada arrancó muy temprano para la Policía en el norte.
A las 5.10, gendarmes del Escuadrón 61 Salvador Mazza, que estaban apostados en la ruta nacional 34, en la zona conocida como La Balanza de Arenales, detuvieron la marcha de un automóvil conducido por un policía.
Se supo que cuando los gendarmes le quisieron requisar el vehículo el sargento Marcelo Flores se negó a facilitar el trámite, aduciendo que era miembro de la Policía de la Provincia, ya que se desempeñaba como chofer en la Comisaría 42 de la ciudad de Tartagal.
Ante la insistencia de los gendarmes y la llegada de un jefe a cargo del puesto de control de la fuerza federal, el efectivo no tuvo más opción que acceder a la inspección. Al abrir el baúl encontraron varias cajas de productos de limpieza encintadas completamente.
El policía, a esa altura, ya se mostraba nervioso.
Al abrir las cajas los gendarmes hallaron 130 paquetes rectangulares, tipo «ladrillos».
Ante testigos, secuestraron la carga e hicieron el narcotest, que confirmó que se trataba de cocaína. En total pesaron 135,680 kilogramos.
También secuestraron una pistola semiautomática marca Browning de 9 milímetros, y el automóvil Chevrolet Corsa en el que transitaba el narcopolicía, y que sería de su propiedad. Tras informar al Juzgado Federal de Tartagal, su titular, el doctor Carlos Martínez Frugoni, ordenó que el sargento quedara detenido e incomunicado, a la espera de la audiencia indagatoria.
Trascendió ayer que en el ámbito policial de Tartagal ya había sospechas acerca de que Flores podía tener vínculos con narcotraficantes, pero no se tomó ninguna medida.