El reclamo se originó tras el despido de una empleada municipal que exigía por agua para la comunidad. La orden de desvinculación habría sido emitida por Mario Mimessi.
En la jornada del dia jueves, mujeres de las comunidades originarias se autoconvocaron en las afueras de la oficina de acción social de la Municipalidad de Tartagal con el fin de reclamar por el despido de la empleada Alejandra Gimenez, quién había solicitado desde su puesto, por agua para la comunidad.
En un primer momento, las mujeres solicitaban entablar un diálogo con la responsable del sector de Desarrollo Social, la funcionaria María Victoria Bonillo, a fin de que justificara el despido como asi también una solución para la problemática del agua en las comunidades originarias a lo que, según Alejandra «(Bonillo) mandó a recibir la nota y a ponerle el sello de recibido pero eso no es ningún compromiso».
La situación se salió de control en horas del mediodía cuando personal policial y de Infantería tuvo que accionar en contra de las presentes ya que a fuerza de patadas y pedradas lograron ingresar a la oficina.
Si bien los efectivos solo realizaban su trabajo, la violencia se podria haber evitado si la funcionaria Bonillo hubiese accedido al diálogo.
Uno de los presentes en la manifestación expresó indignado» Mario Mimessi es el que mandó la órden, Victoria dijo asi, que Mario le dió la órden que la despidan a Alejandra Gimenez. Yo digo Mario ¿vos no tenes corazón? ¿ Mario que te pasa? Por ir a cortar la ruta, por ir a pedir agua ¿haces esto?. No se que tenes en la cabeza». El hombre se mostraba con total descontento por todo el movimiento a causa de esta situación y pedia, en una grabación de un medio local que Mario Mimessi «se ponga las pilas, que deje de sacarse fotos y salga con el pueblo». Además fue determinante en asegurar «vos fuiste Mario, vos diste la orden para que despidan a la chica originaria, ¡vos fuiste!».
El enfrentamiento entre policia y manifestante subía de nivel de agresividad y nuevamente el denunciante en la manifestación insistía con que eso era lo que provocaban los radicalistas. «Un empleado municipal habla en contra del gobierno municipal y lo despiden», aseguraba.
Las falsas promesas de Mimessi, lamentablemente acorraló a los tartagalense a una situación de necesidad extrema. La desesperación por la falta de agua como asi también de otros recursos básicos, hace que la gente salga a tomar las calles luego de tres años de mala gestión por parte del intendente.
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