Vecinos de Misión El Cruce, una comunidad ubicada en el norte de Salta, viven una situación desesperante. En los últimos días, decenas de familias recibieron boletas de EDESA con montos que van desde 200 mil hasta casi un millón de pesos, cifras imposibles de afrontar para una población de bajos recursos que recién este año fue incorporada como usuaria formal del servicio eléctrico.
“Antes pagábamos 10 mil pesos, y ahora nos llegó 200 mil”, contó una de las vecinas durante una reunión con representantes del Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP). Otros testimonios relatan saltos similares: facturas que pasaron de 40 mil a 500 mil pesos o de 60 mil a 600 mil en apenas un mes, sin que en los hogares se hayan incorporado nuevos artefactos eléctricos ni se haya modificado el consumo habitual.
Las viviendas son en su mayoría precarias y los habitantes afirman que solo cuentan con una heladera, un televisor y, en algunos casos, un ventilador. “No tenemos aire acondicionado ni freezer, y nos cobran como si fuéramos una empresa”, protestó una mujer que recibió una factura cercana al millón de pesos.
📋 Reclamo colectivo y auditoría del ENRESP
La funcionaria del ENRESP, Silvia Raful, explicó que la presencia del organismo en la comunidad se dio en el marco de una jornada de inscripción para subsidios eléctricos, pero que el reclamo por las boletas desmedidas obligó a abrir un expediente colectivo.

“Nos dimos cuenta de que es toda la comunidad en la misma situación. Estamos tomando los NIS de cada usuario para hacer un reclamo formal y enviarlo a la gerencia económica de EDESA”, detalló Raful. Según indicó, la empresa habría acumulado cuatro períodos sin facturar y estaría cobrando todo junto en una sola liquidación, lo que explicaría en parte los montos exorbitantes.
Sin embargo, desde el Ente advirtieron que eso no justifica los valores finales, por lo que se pidió una revisión técnica de los medidores y del procedimiento de lectura que utiliza la compañía.
🧾 Facturas impagables y temor a cortes
La comunidad —que reúne cerca de 50 familias— atraviesa una fuerte incertidumbre. Muchos vecinos aseguran que no podrán pagar ni siquiera en cuotas, ya que los planes de pago incluyen la deuda más el consumo del mes corriente, volviendo el gasto insostenible.
“Hoy el plan te resuelve el día, pero el mes que viene vuelve el problema”, lamentó Raful. “Estamos hablando de una zona muy vulnerable, con familias que viven de changas o subsidios, y que ahora se enfrentan a deudas imposibles”.
⚙️ Antecedentes y próximos pasos
El conflicto en Misión El Cruce no es aislado. Durante 2025, comunidades del norte provincial —como Embarcación, Pichanal y Tartagal— también denunciaron subas desproporcionadas en las tarifas eléctricas. En varios casos, EDESA atribuyó los incrementos a regularizaciones de medidores, cambios de categoría tarifaria o consumos acumulados tras meses sin lectura.
El ENRESP confirmó que ya inició un sumario informativo y que exigirá a EDESA un informe detallado sobre los montos facturados, los períodos incluidos y los criterios de medición aplicados. Mientras tanto, se solicitó suspender los cortes del servicio a los usuarios afectados hasta que se resuelva la investigación.
🗣️ “Si nadie nos ayuda, iremos a la ruta”
La tensión social en la zona crece. “Si nadie viene a ayudarnos, vamos a tener que ir a la ruta a cortar. Es lo único que nos queda”, advirtió una vecina durante la reunión. Otros pobladores pidieron que se intervenga “antes de que haya un conflicto mayor”.
El reclamo de Misión El Cruce se suma a una ola de protestas por las tarifas eléctricas en distintas localidades del norte argentino, donde el impacto de la quita de subsidios nacionales y los problemas de medición han generado boletas que superan ampliamente los ingresos familiares.
Redacción: Diario Inclusión.