En el barrio Belén de Tartagal, una vecina tomó la decisión de hacer pública una grave situación que afecta a toda la comunidad: la acumulación constante de basura en un terreno privado, producto del arrojo irresponsable de desechos que, según ella, es promovido y encubierto por algunos vecinos y tolerado por la Municipalidad local.
La denunciante no dudó en señalar a un vecino, identificado como Franco Lucero, acusándolo de pagar a terceros para que arrojen basura en el lote de su suegra, ensuciando el espacio y deteriorando el ambiente del barrio. Con pruebas fotográficas en mano, hizo un llamado urgente a la Municipalidad de Tartagal para que deje de mirar para otro lado y tome cartas en el asunto, ya que la ausencia de acción oficial ha agravado la situación.
Además, la mujer expresó su frustración ante la falta de solidaridad de otros residentes, quienes, lejos de colaborar para identificar a los responsables, prefieren el silencio y la indiferencia, permitiendo que el problema crezca y afecte la calidad de vida de todos. “No pienso quedarme callada mientras siguen destruyendo nuestro espacio común”, expresó.
Ante esta alarmante realidad, la vecina anunció que presentará una denuncia formal ante las autoridades competentes, con la esperanza de que la Municipalidad deje de ser cómplice silenciosa y actúe de manera efectiva para limpiar el barrio y castigar a quienes dañan la comunidad.
Por ahora, la problemática continúa y los vecinos honestos del barrio Belén esperan una respuesta que no llega, mientras la basura sigue acumulándose y el malestar crece.
Redacción: Diario Inclusión.