Elon Musk confirmó que SpaceX trabaja en un ambicioso proyecto para transformar su constelación de satélites Starlink en una red global de centros de datos en órbita. La iniciativa busca responder a la creciente demanda de infraestructura informática impulsada por la inteligencia artificial, llevando la computación en la nube más allá de los límites terrestres.
Los nuevos satélites Starlink V3 estarán equipados con enlaces láser de alta velocidad y una capacidad de transmisión de hasta 1 Tbps por unidad, lo que les permitirá no solo transmitir datos, sino también procesarlos y almacenarlos en tiempo real. Musk aseguró en redes sociales que “SpaceX se dedicará a esto”, dejando claro que el proyecto ya está en marcha.
La idea de centros de datos espaciales no es nueva, pero ahora toma fuerza con el respaldo de figuras como Jeff Bezos y Eric Schmidt. Sin embargo, Musk busca posicionar a Starlink como una infraestructura troncal para servicios en la nube, aprovechando ventajas como el acceso ilimitado a energía solar y la ausencia de impacto ambiental en tierra.
Cada satélite Starlink V3 pesará aproximadamente 1.500 kg y será lanzado en tandas de hasta 60 unidades por vuelo. Esta escala permitiría construir una red orbital interconectada capaz de operar de forma autónoma y descentralizada, reduciendo la dependencia de servidores terrestres y mejorando la latencia global.
Los desafíos técnicos y financieros siguen siendo enormes, pero el proyecto representa un salto conceptual en la forma de pensar la infraestructura digital. Si se concreta, podría redefinir el paradigma de la computación distribuida y abrir nuevas posibilidades para sectores como defensa, telecomunicaciones y análisis de datos.
SpaceX aún no ha confirmado fechas de implementación, pero los primeros lanzamientos de Starlink V3 están previstos para 2026. Mientras tanto, el anuncio ya genera expectativas en la industria tecnológica y posiciona a Musk como pionero en la carrera por llevar la nube al espacio.
✍️ Redacción Diario Inclusión.










