Amazon vuelve a estar en el centro del debate tecnológico y laboral. Según un informe filtrado recientemente, la compañía estaría preparando un plan para reemplazar a 6.000 empleados por robots en sus centros de distribución. La medida forma parte de una estrategia de automatización que busca reducir costos y aumentar la eficiencia operativa.
El documento, que circuló entre ejecutivos de alto nivel, detalla que la implementación comenzaría en 2026 y se extendería progresivamente hasta alcanzar el objetivo en 2030. Los robots estarían destinados a tareas logísticas como clasificación, embalaje y transporte interno, funciones que hoy realizan miles de trabajadores humanos.
La filtración generó preocupación entre sindicatos y defensores de los derechos laborales, quienes advierten que la automatización masiva podría provocar despidos sin una transición justa. En paralelo, voceros de Amazon aseguran que la tecnología permitirá reasignar personal a tareas más calificadas, aunque sin precisar cómo se garantizará esa reconversión.
Este movimiento se enmarca en una tendencia global: las grandes corporaciones tecnológicas están acelerando la incorporación de inteligencia artificial y robótica en sus procesos. Amazon, que ya utiliza sistemas automatizados en varios depósitos, busca ahora escalar esa transformación a niveles sin precedentes.
Expertos en innovación señalan que el reemplazo de trabajadores por robots no es solo una cuestión técnica, sino ética y social. La velocidad del cambio exige políticas públicas que regulen la transición, protejan el empleo y promuevan la capacitación digital.
Además, el informe plantea que el costo por artículo procesado con robots sería de apenas 30 centavos, lo que representa una reducción significativa frente al modelo actual. Esta cifra refuerza el incentivo económico detrás de la decisión, pero también pone en evidencia el dilema humano que plantea la automatización.
La noticia reabre el debate sobre el futuro del trabajo, la relación entre tecnología y empleo, y el rol de las empresas en la construcción de modelos productivos sostenibles. Amazon, una vez más, se convierte en símbolo de una era que redefine los límites entre eficiencia y humanidad.
Redacción Diario Inclusión