Las plataformas de streaming, que se han convertido en parte esencial del entretenimiento cotidiano, enfrentan una amenaza creciente: el robo masivo de cuentas por parte de ciberdelincuentes. Según un informe reciente de la firma de ciberseguridad Kaspersky, más de 7 millones de credenciales fueron comprometidas en el último año, afectando principalmente a usuarios de Netflix, Disney+ y Amazon Prime Video.
El método más común utilizado por los atacantes no apunta directamente a las plataformas, sino a los dispositivos de los usuarios. A través de malware escondido en aplicaciones no oficiales, extensiones de navegador o contenido pirata, los delincuentes logran capturar contraseñas, cookies y datos personales sin que el usuario lo note.
Netflix encabeza la lista de servicios más vulnerados, con más de 5,6 millones de cuentas comprometidas. Le siguen Disney+ con 680.850 cuentas filtradas y Prime Video con 1.607 casos detectados. Estas credenciales son luego vendidas o compartidas en foros clandestinos, alimentando un mercado negro digital en constante expansión.
El informe también advierte que muchos usuarios no se dan cuenta de que han sido víctimas hasta que ya es demasiado tarde. En algunos casos, los atacantes incluso regalan las credenciales robadas para ganar reputación en comunidades delictivas online.
Para protegerse, los expertos recomiendan cambiar las contraseñas con frecuencia, activar la verificación en dos pasos y evitar el uso de aplicaciones no oficiales. También es clave no repetir claves en distintos servicios y descargar únicamente desde tiendas oficiales como Google Play o App Store.
El auge del streaming lo convierte en un blanco atractivo para el cibercrimen. La comodidad de acceder a series y películas desde cualquier dispositivo también implica riesgos si no se toman medidas de seguridad adecuadas.
La cultura digital actual exige una mayor conciencia sobre la protección de datos personales. En un entorno donde el entretenimiento y la tecnología están cada vez más entrelazados, la ciberseguridad se vuelve una prioridad ineludible.
Redacción Diario Inclusión